Marilyn Monroe es una de las figuras más icónicas del siglo XX debido a su extensa trayectoria como actriz, cantante, modelo, productora, y por varios escándalos en los que estaba envuelta. Sin embargo, muchos aún la recuerdan como el significado inmortal de la belleza y la sensualidad. Falleció en su casa de Hollywood y la autopsia oficial dictaminó que fue debido a una sobredosis, sin embargo, siempre hubo dudas al respecto.
Nació en California bajo el nombre de Norma Jeane y el apellido Mortenson aunque sus progenitores se separaron antes de su nacimiento, sin embargo, su madre decidió dejarle el apellido paterno de manera oficial. En la realidad, Norma Jeane era nombrada como Baker por su madre, Gladys Pearl Baker, quien eligió los nombres debido a dos muy famosas actrices de la época.
Gladys tenía varios problemas económicos y no podía mantener adecuadamente a Norma, por lo que la dejó hasta la edad de siete años bajo la protección de la familia Bolender; después su situación mejoró y se la llevó consigo de nuevo. Todo parecía mejorar hasta que la madre tuvo una muy grave crisis nerviosa, por lo que perdió su custodia y la niña pasó a vivir con la mejor amiga de Gladys: Grace McKee. La nueva vida de la joven no fue mucho mejor: acusó al esposo de McKee de haberla violado y después de un ir y venir entre familias terminó bajo la tutela de Oliver Burnings, pero volvió a ser violada a los 12 años por uno de los hijos de su tutor.
Años más tarde, una vez emancipada de su familia, conoció a su primer esposo: James Dougherty, un joven oficial que más tarde sería enviado a pelear en la Segunda Guerra Mundial. Después de contraer matrimonio en 1942, James es enviado a Australia y Norma se queda trabajando en una planta de construcción. Es en este lugar donde sería finalmente descubierta.
Un fotógrafo la invitó a trabajar en una campaña publicitaria y pronto fue solicitada para modelar en otras empresas. Poco después decidió comenzar su formación en actuación y más tarde firmó contratos con productoras como 20th Century Fox, Columbia o Metro Goldwyn Mayer para aparecer como actriz de reparto de varias películas. Desde entonces, adoptó el nombre artístico de Marilyn Monroe.
Fue a principios de la década de los 50 cuando Marilyn llegó a la cúspide de su carrera participando en algunas de las películas más importantes en la historia del cine: Los caballeros las prefieren rubias y Cómo casarse con un millonario, ambas en 1953.
Un año más tarde, Monroe se casó con Joe DiMaggio, una celebridad del deporte. Aunque el evento estuvo en boca de todos por el nivel de fama que ambos tenían, su divorcio vino solo unos meses después.
Aquella época fue dura para la actriz, pues luego de su separación comenzó a tener algunos problemas con Fox debido a que ya no deseaba actuar como la cara bonita llena de inocencia y mucho menos quería ser percibida únicamente como símbolo sexual.
A mediados de la misma década se mudó a Nueva York para fundar Marilyn Monroe Productions y poco después inició su tercer matrimonio con Arthur Miller, un guionista judío que al tiempo la llevó a vivir a Inglaterra. Fue allá donde Marilyn realizó su debut como productora con El príncipe y la corista (1957), la que, a propósito, protagonizó.
Poco a poco, la presión mediática que existía en torno a Monroe le provocó ciertos problemas en su carrera y en su vida personal: retrasos o faltas en los rodajes, pleitos con actores o productores e incluso terminó varias veces internada en sanatorios por los ataques de depresión que con más frecuencia comenzaba a experimentar. Además, la producción de la película fue muy estresante para ella; se encontraba embarazada pero la tensión le provocó un aborto espontáneo. Si bien, su vida comenzaba a ser un poco más desastrosa, esto sólo la llevó más lejos: al consumo de alcohol, píldoras y sustancias psicotrópicas.
En 1961 se divorcia de Miller y ese mismo año participa en Vidas Rebeldes, pero la separación y los escándalos subsecuentes con la familia Kennedy fueron demasiado para ella. En aquel entonces se rumoreaba de una relación casi íntima entre Marilyn y John F. Kennedy o su hermano Robert Kennedy.
La madrugada del 5 de agosto de 1962 se recibió una llamada urgente en la oficina de la policía de California: era el médico de cabecera de la actriz, el doctor Greenson, quien informaba que Monroe había sido encontrada sin vida en su cama, en su casa de Hollywood. Según los reportes, Marilyn había consumido una gran cantidad de barbitúricos y esto le provocó una sobredosis. Así entonces, se consideró que la causa de muerte había sido suicidio. Sin embargo, existían muchas irregulalidades en la escena, lo que provocó varias teorías de conspiración que afirman que ella en realidad fue asesinada, pero estas son sólo especulaciones. Falleció a la edad de 36 años.
Marilyn Monroe fue una de las figuras más influyentes de la historia y ha quedado inmortalizada por sus aportaciones actorales a la industria. Si bien, su vida fue todo un sueño, su trágica muerte no fue el fin para ella, sino el inicio de una leyenda del cine.