Las películas de Disney tienen personajes que todos aman como Edna Moda de Los increíbles, Dory de Buscando a Nemo y Mike Wazowski en Monsters, Inc.. Sin embargo, la Casa del Ratón también tiene otra cara de la moneda con figuras detestables que han sido objeto de odio por parte de los fanáticos. No solamente hablamos de los poderosos villanos de Disney ya que algunos de ellos, a pesar de su maldad, son figuras icónicas que han pasado a ser los favoritos de los fanáticos de Disney.
Nos referimos a esos personajes como Ernesto de la Cruz en Coco, El Oloroso Pete de Toy Story 2 y Lotso de Toy Story 3, quienes por muchas razones son inmensamente despreciables. Estos son 10 de los rostros más molestos de Disney de Pixar, una lista que incluye a personajes que no son malvados sino fastidiosos como Olaf de Frozen: Una aventura congelada y Mate de Cars.
1. Olaf
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Olaf apareció por primera vez en Frozen: Una aventura congelada. Y aunque para algunos el mono de nieve mágico les pueda parecer tierno, para otros, es un personaje insoportable. Olaf no entiende de reglas ni límites, y en realidad, todo lo bueno que le ocurre es un golpe de suerte y no es resultado de su ingenio.
2. Ernesto de la Cruz
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Ernesto de la Cruz es uno de esos villanos de películas que te toma por sorpresa. Al final de la película se revela que él siempre fue el malo de la película. A Ernesto de la Cruz no le importa robar y hasta matar con tal de ser amado por todos en la Tierra de los Muertos.
3. Mate
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Aceptémoslo, el mejor amigo de Rayo McQueen es más que odioso. Este automóvil no solamente está listo para hacer que las cosas empeoren con su torpeza, sino que no toma responsabilidad de las consecuencias de sus acciones.
4. El Oloroso Pete
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A pesar de su naturaleza acogedora y afectuosa cuando Woody lo conoce por primera vez, la verdadera personalidad de El Oloroso Pete sale cuando el vaquero decide no unirse a ellos en exhibición en un museo. El malvado atrapa los juguetes en la habitación hasta que Al pueda empaquetarlos y llevarlos con él al aeropuerto para cumplir con su propio plan egoísta.
5. Lotso
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Detrás de sus abrazos, Lotso esconde sus tendencias autoritarias. Como el dictador que es, Lotso encarcela a los juguetes de Andy en cajas y tiene el descaro de revertir a Buzz al modo en español (de España) durante la mayor parte de la película. Pero la peor acción de Lotso ha sido dejar a los juguetes en un incinerador para que mueran.
6. Randall
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Al principio, Randall puede parecer el típico compañero de trabajo que es molesto y envidia el éxito ajeno. Sin embargo, más tarde se revela que está involucrado en un complot malvado para apoderarse de la industria del miedo y planea secuestrar a Boo.
7. Sid
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Toy Story está plagado de personajes con tendencias asesinas. Sid es un niño cruel que tortura a los juguetes, y muy al estilo de Frankenstein, decide alterar la forma de los muñecos solamente por diversión. Además, se la pasa molestando a su pequeña hermana, quien ama las fiestas de té con los juguetes.
8. Darla
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La peor cualidad de Darla no es su mala higiene dental, sino su descuido hacia las mascotas. Con tal de tener algo de diversión, Darla no duda en golpear fuertemente el cristal de la pecera lastimando y poniendo nerviosos a sus inquilinos marinos. Lo peor de todo: el último pez que el dentista le dio a Darla terminó boca abajo en una bolsa y tuvo su fin en el inodoro.
9. Ercole Visconti
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¿Cómo olvidar a este engreído adolescente de Luca? Ercole Visconti es el inseguro que necesita la validación de todos. Este bribón es un matón y narcisista, no siente ningún remordimiento por la forma en que finge que tiene la edad necesaria para participar en la carrera y seguir siendo el campeón.
10. Henry J. Waternoose III
9. Ercole Visconti
"Robaré los necesarios para salvar a esta compañía", es una de las frases que ha quedado guardada en las mentes de los espectadores. Las palabras del despiadado jefe de Mike Wazowski y James P. Sullivan son difíciles de olvidar debido a que muestran su nivel de codicia y ambición. Afortunadamente, todo salió bien y Waternoose recibió su merecido.