3 lugares malditos en los que nunca deberías filmar una película
Luis Fernando Galván
Interesado en las religiones del mundo y especialista en arte sacro medieval, mis géneros favoritos son las épicas de fantasía al estilo 'El señor de los anillos', 'Valhalla Rising' y 'El caballero verde', así como el terror religioso de 'El exorcista', 'Saint Maud' y '30 monedas'.

Algunos escenarios del mundo parecen sacados de una película de terror, pero rodar en ellos podría ser una pésima idea. Desde cráteres en llamas hasta castillos encantados, estos tres lugares tienen una historia tan oscura como inquietante.

A lo largo de la historia del cine, hay películas que han quedado marcadas no solo por su trama, sino también por los oscuros sucesos ocurridos fuera del set. Algunas locaciones parecen cargar con una energía particular, como si algo invisible se resistiera a que allí se ruede una historia. Ya sea por su pasado, por accidentes inexplicables o por coincidencias demasiado siniestras, ciertos lugares se han ganado la reputación de estar malditos.

Uno de los ejemplos más conocidos es el edificio Dakota de Nueva York, donde Roman Polanski filmó El bebé de Rosemary. Años después, ese mismo lugar sería el escenario del asesinato de John Lennon, alimentando aún más su halo de misterio. Desde entonces, muchas producciones han intentado evitar filmar en sitios con historias turbias, aunque a veces, el cine y lo macabro parecen atraerse de manera inevitable. A continuación, exploramos tres lugares malditos donde nunca deberías filmar una película.

El cráter de Darvaza en Turkmenistán

CNN

Conocido como “la puerta al infierno”, el cráter de Darvaza es un enorme pozo de gas ardiente en pleno desierto de Karakum, Turkmenistán. Su origen data de 1971, cuando un grupo de geólogos soviéticos perforaba en busca de petróleo y la tierra colapsó, tragándose el equipo. Para evitar la emisión de gases tóxicos, decidieron prenderle fuego, creyendo que se apagaría en unos días. Más de 50 años después, el cráter sigue ardiendo sin señales de detenerse. Esta imagen de llamas eternas lo convierte en un escenario perfecto para una película de horror apocalíptico o una cinta sobre portales infernales, al estilo Event Horizon.

Sin embargo, rodar allí no sería una buena idea. Más allá del peligro evidente por el calor y los gases, la zona se ha ganado fama entre los locales y aventureros como un lugar maldito, donde la tecnología falla y el tiempo parece alterarse. Se cuenta que quienes pasan una noche cerca del cráter sufren sueños perturbadores o despiertan con una sensación de haber sido observados. Una locación tan fascinante como intimidante, que parece advertir: aquí, el infierno no es ficción.

El bosque de Hoia-Baciu en Rumania

BBC

Situado en el corazón de Transilvania, el bosque de Hoia-Baciu ha sido apodado por los expertos en fenómenos paranormales como “el triángulo de las Bermudas de Europa”. Todo comenzó a finales de los años 60, cuando un técnico militar capturó la imagen de un supuesto OVNI en la zona. Desde entonces, las historias de desapariciones, apariciones fantasmales, árboles con formas imposibles y extrañas luces se han multiplicado. No es de extrañar que muchos crean que este bosque oculta un portal interdimensional.

Rodar una película de ciencia ficción o terror psicológico, parecida a El abismo secreto, en este bosque sería una elección estética impecable: la niebla constante, los árboles retorcidos y el silencio inquietante son atmósfera pura. Pero varios equipos documentales han reportado problemas con sus cámaras y sensaciones físicas inexplicables. Se dice que quienes se adentran demasiado pueden perder la noción del tiempo o incluso no regresar del todo, al menos no como entraron.

Castillo de Brissac en Francia

Great Castles

Construido en el siglo XI y conocido como “el gigante del Valle del Loira” por su imponente altura, el castillo de Brissac alberga uno de los fantasmas más célebres de Francia: La Dama Verde. Según la leyenda, Charlotte de Valois, hija ilegítima del rey Carlos VII, fue asesinada en una de las torres por su esposo al descubrir su infidelidad. Desde entonces, su espíritu, vestido con un inconfundible atuendo verde, vaga por los pasillos y es especialmente activa al amanecer, cuando sus lamentos resuenan por la capilla.

Este castillo, con su mezcla de opulencia y melancolía, sería ideal para filmar un drama de época con tintes sobrenaturales o una cinta de horror gótico al estilo Crimson Peak. Pero muchos productores evitan rodar allí por una razón sencilla: quienes visitan el lugar aseguran haber visto a la Dama Verde entre pasillos. Si el pasado sangriento de este castillo no es suficiente advertencia, susurros al oído en plena noche pueden bastar para entender por qué no es una locación cualquiera.

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