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    'Miss Americana': 10 cosas íntimas de Taylor Swift en el documental

    La película estrenó en Sundance y por fin está disponible en Netflix.

    Hace una semana Miss Americana, el documental sobre la cantante Taylor Swift y dirigido por Lana Wilson (The Departure), tuvo su estreno en el Festival Sundance, teniendo un cálido recibimiento. Días más tarde finalmente está disponible en Netflix, para que los acérrimos fans de la cantante puedan entrar durante 85 minutos en la vida de la cantante.

    El filme, contrario a lo que muchos pudieran pensar, se aleja del fan service y aborda en dos partes la trayectoria de Swift con momentos claves en la carrera de la artista e irónicamente emblemáticos en la cultura pop. Wilson marca la línea de la artista y la persona: “Me enseñaron a ser feliz,” menciona Taylor constantemente, haciendo de su actitud una marca para Estados Unidos y el mundo a pesar de haber vivido eventos duros, pero con mucho trabajo y disciplina se posicionó en la industria musical tal y como lo visualizó desde niña.

    En la segunda parte del documental Lana toca oportunamente a Swift con sus inclinaciones políticas, sus preocupaciones sobre ella misma, su género y particularmente su país. La visión de la princesa y el cuento de hadas quizá está un poquito alejada de la realidad y aquí se muestra como es en la actualidad: una exitosa mujer de 30 años que ha dejado atrás el linchamiento público y el escrutinio social, el acoso sexual, el fracaso profesional y la tan mencionada y desafortunada suerte sentimental con la que corre la cantante. 

    Hoy es una de las mujeres más influyentes en muchos ámbitos en el mundo y con Miss Americana deja muy claro que no se va a ir a ningún lado y su permanencia dependerá de su pasión y creatividad por lo que está haciendo, así como del cariño de sus fans. En el documental hay momentos claves, detalles que hacen brillar a Wilson como directora, ya que evidentemente quería que los viéramos y sirvieran como hilo narrativo muy astutamente. Si acaso los dejaste a un lado, aquí te enumeramos 10 de las cosas que quizás te perdiste del filme (vía E!).

    Su relación con Joe Alwyn

    Al salir de uno de sus conciertos se ve a Taylor abrazar a Joe Alwyn, actor británico con el que tenía una relación cuando se encontraba en el Reputation Tour.

    Momentos de sinceridad

    Frases de Taylor Swift como: “Hay un momento en el que tenemos que hacer a un lado a la gente que nos odia en Twitter” o “Hay una parte de mí que siente que tengo 57 años, pero luego hay una parte de mí que... definitivamente no está lista para tener hijos, ni para todas estas cosas de adultos,” revelan cosas muy personales de la cantante.

    Fan de los burritos

    Actualmente Swift se preocupa más por no comer, que por cómo se vea. En el estudio de grabación, mientras trabaja, vimos su amor por los burritos y que tenía apenas dos años de haberlos los probado. Sumado a esto, Swift le pone papas fritas a sus burritos.

    El curioso caso de Benjamin Button

    Al inicio del filme vemos a Taylor tocar su piano mientras Benjamin Button (su gato) se encuentra rondando por ahí. Benjamin es el más chico de sus felinos y salió en el video “Me!” de su último álbum.

    La dupla Wilson-Swift

    La sensibilidad de Miss Americana se debe a Lana Wilson, quien recibió previamente varios reconocimientos por su trabajo en el documental The Departure en 2017. Swift sabía de su trabajo y aceptó que fuera ella quien abordara momentos tan íntimos de su vida.

    Grammys 2016

    El momento en que ganó el Grammy a Mejor álbum del año, Taylor confesó lo abrumador que fue llegar a lo que siempre quiso, pero en ese momento no tenía con quien compartir su felicidad.

    El asiento 13

    Taylor siempre se sienta en el lugar 13 de su avión privado. A su lado se sienta su madre (con su perro: Kitty), quien la ayudó años atrás cuando padeció cáncer del que se recuperó. Taylor estuvo al lado de ella en todo momento.

    El año político de Swift

    El momento en el que publicó su postura política en Instagram fue la primera vez que se supo cuáles eran sus ideales, dentro de los cuales instigó a sus fans a votar en las elecciones que se acercaban.

    Swift al volante

    Los paparazzis la han captado, pero en el documental vemos a Swift conduciendo su Toyota por primera vez. Esto demuestra que Swift no depende de choferes o gente detrás de ella para trasladarse cual mortal.

    La espera de los Grammys

    En 2018, Taylor estaba impaciente esperando noticias sobre las nominaciones a los Grammys. El disco en cuestión era “Reputation”, álbum que no estuvo nominado en las categorías principales, por lo que la artista pensó: “¡Tengo que hace un mejor disco!”

    Momentos de sinceridad

    Frases de Taylor Swift como: “Hay un momento en el que tenemos que hacer a un lado a la gente que nos odia en Twitter” o “Hay una parte de mí que siente que tengo 57 años, pero luego hay una parte de mí que... definitivamente no está lista para tener hijos, ni para todas estas cosas de adultos,” revelan cosas muy personales de la cantante.

    Fan de los burritos

    Actualmente Swift se preocupa más por no comer, que por cómo se vea. En el estudio de grabación, mientras trabaja, vimos su amor por los burritos y que tenía apenas dos años de haberlos los probado. Sumado a esto, Swift le pone papas fritas a sus burritos.

    El curioso caso de Benjamin Button

    Al inicio del filme vemos a Taylor tocar su piano mientras Benjamin Button (su gato) se encuentra rondando por ahí. Benjamin es el más chico de sus felinos y salió en el video “Me!” de su último álbum.

    El asiento 13

    Taylor siempre se sienta en el lugar 13 de su avión privado. A su lado se sienta su madre (con su perro: Kitty), quien la ayudó años atrás cuando padeció cáncer del que se recuperó. Taylor estuvo al lado de ella en todo momento.

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