Las princesas Disney ya no son damiselas en apuros que buscan ser rescatadas, sino que son las protagonistas de sus historias épicas y complejas
Los personajes femeninos que inicialmente construía Disney se centraban en bellas y delicadas princesas cuyo rol principal en las historias era el de ser la chica en apuros que necesitaba de un príncipe para librarse de maldiciones, hechizos y más. La sirenita, Blancanieves, La bella durmiente y más personajes fueron encapsuladas en objetivos centrados en encontrar el amor, casarse y formar una familia. Si bien muchos de nosotros crecimos con el romance de esta marca y todas estas cintas quedan como un buen recuerdo, el día de hoy el concepto se ha vuelto algo obsoleto.
Ahora con el estreno de Damsel en Netflix protagonizada por Millie Bobby Brown, así como la creación de personajes femeninos fuertes e independientes como Katniss Everdeen en Los juegos del hambre, Rey en Star Wars: El despertar de la fuerza o incluso Furiosa que está por llegar a cines pensamos que la empresa del ratón también se ha dedicado a presentar historias mucho menos estereotipadas al rol de género. Por esto mismo, la narrativa de las propuestas ya no se centra tanto en estas jóvenes de la realeza, pero cuando lo hace nuestras princesas favoritas de los últimos años no han necesitado de la sombra de algún llamado "príncipe azul".