Si hoy buscas algo impactante, intenso y sorprendentemente infravalorado, esta película te espera en HBO Max.
A principios de los 2000, Ridley Scott estaba en llamas. Venía de conquistar al mundo con Gladiador, aquel épico viaje de venganza que revivió el cine de espadas y armaduras en la Antigua Roma. Y por si fuera poco, un año después estrenó Hannibal, la secuela tan polémica de El silencio de los inocentes. Éxito tras éxito, el cineasta británico recibía aplausos por todos lados.
Pero Scott no se detuvo ahí. Unos meses más tarde, en 2002, tomó una ruta completamente distinta, dejando las togas y los caníbales para sumergirse en algo mucho más crudo, frenético y caótico: una guerra real filmada con tal ferocidad que muchos espectadores salieron del cine en completo silencio. Aunque es espectacular, visceral y brutal, en su momento, esta película fue opacada por otros títulos como Salvando al soldado Ryan.
Una obra maestra escondida entre explosiones
La película en cuestión es La caída del halcón negro y está disponible para ver esta misma noche en HBO Max. La historia es la recreación cinematográfica de la batalla de Mogadiscio de 1993, una operación que salió terriblemente mal para el ejército estadounidense.
Con su magia, Ridley Scott convirtió esos eventos en una experiencia innolvidable: balas que no dejaban de sonar, helicópteros que caían del cielo, soldados atrapados en un laberinto urbano y líderes desesperados buscando mantener el control. La película no se toma descansos: es una tormenta que dura dos horas, directa, inmersiva y visceral que casi puedes sentir el polvo y el calor en la cara.
Un elenco que hoy parece imposible
Si revisas el reparto, la cinta tiene a un elenco de estrellas antes de que fueran estrellas: con Josh Hartnett, Ewan McGregor, Tom Hardy, Orlando Bloom, Eric Bana, Sam Shepard, entre otros. Cada uno de ellos funciona como engranajes de una maquinaria militar, hechos para hacer que la película se ejecute de maravilla, sin héroes individuales y sin el clásico "protagonista salvador".
Ridley Scott quiso mostrar el caos desde adentro, con múltiples puntos de vista, siguiendo a distintos escuadrones que intentan sobrevivir en un infierno urbano donde nada sale como estaba planeado. Esa estructura coral le da a la película un realisymo que pocas veces se ve en Hollywood.
¿Por qué deberías verla hoy?
Porque pocas películas recrean la velocidad, el caos y la impotencia del combate moderno como esta. Y la realidad es que el filme no ha envejecido: sigue siendo tenso, violento y frenético. Su mensaje sobre el costo humano de la guerra, más allá de la política, continúa siendo tan actual como en 2002.
La caída del halcón negro es como una bomba de tiempo que nunca deja de sonar. Una película que merecía mucho más reconocimiento y que, 23 años después, sigue siendo un golpe directo al estómago. Ridley Scott logró algo que solo los grandes consiguen: convertir una tragedia real en una obra cinematográfica que duele, pero que también te deja admirar el poder del cine en su máxima expresión.