Los primeros cuatro episodios de la última temporada de Stranger Things han llegado a Netflix y dejan claro que el adiós será tan emocional como épico.
Después de una larga espera, Netflix por fin ha comenzado la recta final hacia el capítulo final de Stranger Things con la llegada del primer volumen de su quinta temporada, que, aunque no entrega todavía la “carnita” emocionante que muchos esperan, sí cumple con un objetivo claro: preparar el tablero para el final definitivo. Los primeros cuatro episodios funcionan como un enorme juego de mesa en movimiento: Will, Eleven, Hopper y compañía comienzan a moverse tras los sucesos de la cuarta temporada, y cada uno de ellos se acomoda para cumplir su destino en lo que promete ser un espectacular cierre.
El comienzo del final
La estructura de estos episodios se siente diseñada para recordar dónde quedó cada personaje tras la batalla contra Vecna. Los hermanos Duffer nos dan un paseo en los espacios, traumas y vínculos de los chicos de Hawkins, pero lo hacen ocultándolo detrás de muchísima acción. Y eso funciona: la historia nunca se siente atorada o que no avanza. Si bien el volumen 1 termina siendo más un prólogo extendido que una temporada autónoma, sí deja claro que el volumen 2 y el último capítulo serán los que realmente definan el legado de la serie.
Actuaciones que sostienen la historia
Uno de los puntos más sólidos que debemos de mencionar en este arranque son las actuaciones. Jamie Campbell Bower vuelve a sorprender como Vecna, con esa extraña calma que ya lo había convertido en uno de los mejores villanos. Gaten Matarazzo carga con el duelo por Eddie y le da a Dustin una vulnerabilidad que se puede sentir, mientras que Noah Schnapp por fin toma un rol más protagónico: ahora sí vemos a Will tomar decisiones y enfrentarse a lo que ha evitado por años. Maya Hawke sigue siendo un escape emocional como Robin, con escenas que tocan fibras sensibles, especialmente junto a Will. Y, claro, Millie Bobby Brown aparece más firme y poderosa: Eleven ya domina su fuerza y su dolor, y desde el primer episodio queda clarísimo que está lista para su batalla final.
Linda Hamilton entra al juego
Uno de los castings más esperados de esta temporada era Linda Hamilton, la icónica actriz de Terminator, cuya participación se maneja entre sombras y teorías. Su personaje parece estar moviendo piezas desde una instalación gubernamental dentro del Upside Down, y aunque su plan es confuso, queda claro que sabe algo que los demás no. Su presencia es breve pero prometedora.
Buen ritmo, mucha acción y la promesa de un final gigante
Y aunque no se siente mucha revelación del esperado final, los cuatro episodios nunca dan una sensación de ser lentos. Aunque el objetivo sea calentar motores, los creadores logran disfrazar todo con persecuciones, criaturas, flashbacks y secuencias de tensión que te mantienen enganchado. Lo mejor es que nada parece relleno: cada escena suma a los fans que han seguido desde 2016. Incluso ya podemos encontrar el vínculo de la obra de teatro Stranger Things: The First Shadow, que parece tomará un gran peso dentro del Volumen 2.
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Sin embargo, no todo es miel sobre ojuelas. Si algo se resiente en esta primera tanda de episodios es que parece demasiado contenido. Las consecuencias emocionales y narrativas más pesadas aún no se sueltan. Es un “aguántense tantito”, que funcionaría mejor si no tuviéramos que esperar para ver el verdadero desenlace. Pero entendemos que esto es más decisión de hacernos esperar, a la falta de desarrollo de la trama.
En conclusión, el primer volumen de la quinta temporada de Stranger Things es un prólogo lleno de adrenalina, cuyo valor se revelará hasta que podamos disfrutar de su capítulo final. Aun sin grandes giros, logra mantener el interés gracias a actuaciones sólidas, un villano fantástico, y un tono de despedida que se siente en cada escena. Si la serie cumple lo que está preparando desde la temporada 1, este podría ser el cierre que la cultura pop lleva casi una década esperando.