A finales de la década de los ochenta e inicios de los noventa, las carteleras de cine estaban repletas de cintas con estrellas como Arnold Schwarzenegger con Terminator o Sylvester Stallone con Rambo. Aunque otro gran nombre que también se ganó un lugar dentro de las películas de acción y peleas fue Jean-Claude Van Damme, conocido como "Músculos de Bruselas".
En 1988, Jean-Claude Van Damme fue lanzado a la fama con Contacto sangriento. A partir de ese momento, Van Damme se convirtió en una de las mayores estrellas de acción de los ochenta y noventa. Sin embargo, el actor de 63 años nunca alcanzó el mismo nivel que otros como Schwarzenegger y Stallone, quienes en algún momento podrían recaudar hasta 30 millones de dólares por película. A pesar de tener niveles similares de popularidad, al final del día, el cobro era distinto para cada una de las estrella de las cintas de acción.
La luminaria belga del kárate también quedó por detrás de otras estrellas al protagonizar la cinta de Street Fighter: La última batalla. Por la adaptación del famoso juego de video de Capcom, Van Damme recibió un pago de apenas ocho millones de dólares, una cifra inferior a Stallone y Schwarzenegger. La película fue un éxito de taquilla, lo que motivó a la estrella de Sin escape (ganar o morir) a considerar que su trabajo valía más y debía cobrar más por aparecer en la gran pantalla tal y como lo hacían otros actores de la década como Jim Carrey en las películas Ace Ventura y La Máscara.
Expansión
En un episodio del reality show británico, Jean-Claude Van Damme: Behind Closed Doors, Van Damme habló sobre cómo una vez desperdició una gran oportunidad por un mal movimiento en el que intentó negociar. Después de los éxitos en cines, a Van Damme le prometieron que tendría un salario significativamente mayor para proyectos posteriores, sin embargo, para él actor las propuestas resultaron demasiado bajas. "Recibí una oferta enorme para un contrato para tres películas, y era de 12 millones de dólares por película", dijo Van Damme.
The Hollywood Reporter
Aunque muchos hubieran aceptado, Van Damme no se conformó y decidió pedir más. "Dije: 'Quiero 20 millones de dólares como Jim Carrey', y me colgaron", recordó cómo fue rechazado al echarse un volado y pedir más por su trabajo. Según el propio actor, estaba cansado de que no lo consideraran una estrella como a otros y que su participación tuviera un valor por debajo de sus colegas. "A Jim Carrey le pagaban una fortuna, así que quería jugar un poco con el sistema. No se trataba principalmente de dinero", explicó Van Damme sobre las altas expectativas que tenía respecto a su actuación.
