Hay películas que llevaron a sus protagonistas ha hacer cosas intensas, como Christian Bale o Jared Leto que transformaron sus cuerpos para convertirse en personajes que marcaron nuestras vidas. Pero pocos sabes que una leyenda del cine tuvo que hacer cosas asquerosas en una de las mejores películas de los últimos 40 años, en serio un clásico.
Para que tengas contexto: esta película adapta la novela homónima de James Fenimore y se ambienta en 1757 durante la Guerra de los Siete años. La tierra de los pueblos indígenas es un campo de batalla para los intereses coloniales. Los británicos y los franceses luchan codo a codo contra las tribus enemigas.
Morgan Creek Entertainment
En medio de este problemón se encuentra Hawkeye (Daniel Day-Lewis), un hombre criado por los mohicanos. Junto a Chingachgook (Russell Means) y Uncas (Eric Scweig), quiere salvar a las hijas secuestradas de un coronel. En el camino, Hawkeye se encuentra con Magua (Wes Studi), quien quiere vengarse de los británicos.
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La película de la que estamos hablando es El último de los Mohicanos, cinta que estrenó en 1992 y obligó a su protagonista, Daniel Day-Lewis, a realizar una serie de cosas… que pocos se atreverían. Dado que su personaje es un sujeto rudo entre guerras y momentos llenos de sangre, por supuesto la comida no estaba a la orden del día y debían cazar.
Fue así que el también actor del Hilo fantasma, Lincoln o Pandillas de Nueva York, tuvo que someterse a un intenso entrenamiento físico que lo llevó a vivir un mes en el bosque, así sin comodidades, viviendo al día, sucio y entre tierra, calor y frío. Claro, no había baños ni regaderas como podría pensarse.
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Y como cereza en el pastel, también tuvo aprender técnicas de supervivencia y… despellejar animales. ¡Sí!, tal cual debía quitarle la piel a distintas especies para entrar en personaje, por lo que sus manos terminaban llenas de sangre al separar la grasa, el músculo y pelaje de diversas criaturas.
Todo esto fue puesto a prueba con los cuatro meses de rodaje, por lo que El último de los Mohicanos se ha convertido en una película como pocas, pues obligó a su protagonista a deshacerse de cualquier comodidad para darle paso a escenas un tanto asquerosas.
