Uma Thurman es una de las actrices más sobresalientes de la década de los 90 gracias a su participación en cintas como Gattaca, la película de ciencia ficción que coprotagonizó con Ethan Hawke y Jude Law, pero sobre todo por su personaje de Mia Wallace en el clásico largometraje Pulp Fiction, dirigido por Quentin Tarantino. Su trabajo con este director se extendió a los 2000 en una de sus películas más recordadas, pero también una de las más lamentables dentro de la carrera de ambos.
Después de Tiempos Violentos, Thurman y Tarantino colaboraron en Kill Bill, una historia que se convirtió en la favorita de muchos espectadores y que tuvo tal éxito que años más tarde recibió una segunda parte. Esta producción sobre venganza era la dosis de violencia que exigían las audiencias de Hollywood en aquella época, así que alcanzó el título de clásico para los amantes del séptimo arte. Sin embargo, el rodaje de la secuela tuvo un accidente que casi deja sin vida a una de sus protagonistas.
En la filmación de Kill Bill Vol. 2 hay una escena en la que Thurman aparece manejando un automóvil, pero la historia detrás de dicha secuencia fue traumática para la actriz e incluso para el cineasta. Después el periódico The New York Times reveló que la actriz de Batman y Robin casi pierde la vida durante las filmaciones y todo fue por culpa de Tarantino pues no la dejó que fuera reemplazada por un doble de riesgo.
El trayecto en carretera provocó que Uma Thurman perdiera el control del coche y chocara contra una palmera, consiguiendo lesiones en el cuello, cabeza, rodillas y algunos moretones en todo el cuerpo. La actriz reveló durante la misma entrevista que creyó que jamás volvería a caminar debido al dolor que sentía. “Quentin y yo tuvimos una pelea enorme y lo acusé de tratar de matarme”, declaró la protagonista de Prime.
Miramax
El sentimiento fue el mismo para Tarantino, pues comentó que se sintió mal al provocar dicho accidente y lo considera como uno de los peores errores de su carrera como director. “Fue horrible. Verla batallar con el volante… recordar cómo yo insistía en que era seguro y podía hacerlo. Me rompió el corazón”, dijo el realizador de Perros de reserva, “Sin dudarlo es uno de los arrepentimientos más grandes de mi carrera y mi vida, por un millón de razones”.
