Han pasado más de tres décadas desde el estreno de Jurassic Park, una obra maestra de Steven Spielberg que marcó un antes y un después en el cine de ciencia ficción y aventuras. Basada en el exitoso libro de Michael Crichton, la película no solo deslumbró con su innovadora narrativa y efectos visuales, sino que dejó un legado cultural que sigue vivo, en gran parte gracias a sus icónicas frases que han trascendido generaciones.
La trama nos sumerge en el ambicioso proyecto de John Hammond (Richard Attenborough), un empresario que logró lo impensable: devolver la vida a los dinosaurios y crear un parque temático en una isla remota. Pero lo que comienza como un milagro científico pronto se convierte en una pesadilla, cuando un sabotaje desata el caos y los dinosaurios quedan libres, poniendo en peligro a los visitantes y al equipo científico liderado por los doctores Alan Grant (Sam Neill), Ellie Sattler (Laura Dern) e Ian Malcolm (Jeff Goldblum).
Amblin Entertainment
Ciencia ficción, aventuras, dinosaurios y una frase inolvidable
Entre los momentos más memorables de la película destaca una frase que ha resistido la prueba del tiempo: “Señor Hammond, las cosas vuelven a funcionar”. En esta escena, la doctora Ellie Sattler intenta reiniciar la seguridad del parque. El espectador está estresado porque si reactiva los de la barrera eléctrica, el pequeño Tim quedará electrizado. Finalmente lo hace, y Tim queda inconsciente en los brazos de Alan Grant. Por su parte, Ellie, ajena a la situación, está exultante porque por fin ha conseguido restablecer la electricidad y la seguridad en todo el parque. Luego pronuncia la memorable frase.
Este instante no solo quedó grabado en la memoria colectiva por su impacto visual y la impecable dirección de Spielberg, sino también por el peso simbólico de la frase. Desde entonces, “las cosas vuelven a funcionar” se convirtió en un mantra cotidiano, usado cuando algo que estaba inactivo o fuera de control se restablece o mejora de manera significativa.
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El contexto de esta frase y su inesperado desenlace reflejan una de las características más destacadas de Jurassic Park: su capacidad para combinar el espectáculo visual con la tensión narrativa. La escena es un ejemplo perfecto de cómo la película logra mantener a los espectadores al borde de sus asientos, mientras sus personajes enfrentan desafíos tanto físicos como emocionales.
Hoy, más de tres décadas después, seguimos repitiendo esta frase y otras tantas del filme, como “La vida siempre se abre camino” y “No reparé en gastos”, como parte de nuestro lenguaje cotidiano. Esto demuestra que Jurassic Park no solo fue una película, sino un fenómeno cultural que continúa encontrando un lugar en nuestras vidas, recordándonos que, al igual que la vida, el cine también siempre encuentra un camino para trascender.