Hablar de la era digital, la presión social y los horrores que el uso de las pantallas podría ocasionar no es exclusivo de series como Black Mirror porque los k-dramas también han explorado esta área en más de una ocasión. Para sumarse a shows como La chica enmascarada, Privacidad y La gloria hay una propuesta en el catálogo de Netflix que aborda los oscuros secretos de la fama digital y la lucha por la relevancia en un mundo donde los seguidores y las tendencias marcan la pauta a seguir.
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Con Park Gyu-young (de Está bien no estar bien y Sweet Home), la serie de 12 episodios sigue a Seo Ah-ri, una mujer que de la noche a la mañana se convierte en una estrella de las redes sociales entrando al competitivo y deslumbrante mundo de los influencers en Corea del Sur. Lo que inicialmente parece ser una vida llena de glamour y privilegios pronto se convierte en una batalla por la supervivencia, donde la envidia, la traición y los secretos de la élite digital comienzan a salir a la luz.
Se trata de Celebridad, el thriller surcoreano que expone el lado más cruel de alcanzar la fama en línea. Y es que Seo A-ri pasa de ser una vendedora de cosméticos a una celebridad con más de un millón de seguidores, una de las más influyentes en redes sociales. Sin embargo, en vez de ser recibida por un abrazo cálido, enfrenta amenazas cada vez más peligrosas provenientes de un exclusivo círculo de influencers dispuestos a hacer cualquier cosa para mantener su estatus.
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Con un elenco también compuesto por Kang Min-hyuk (de Hospital Ship) Lee Chung-ah (de Awaken) y Jeon Hyo-sung (de Memorist); por mencionar a algunos; la serie pone sobre la mesa temas como la obsesión por la validación externa, la falsa percepción de las redes sociales y los peligros del acoso en plataformas digitales.
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A lo largo de sus capítulos Celebridad pretende combinar los mejores elementos de drama y misterio para hacer que te quedes prendido de la historia de inicio a fin. La tensión y desesperación de sus protagonistas ante la idea de perder su efímera popularidad en cualquier segundo se convierte en el elemento perfecto para demostrar la ansiedad que llegan a ocasionar las redes sociales. ¿Te sumas a ver esta historia donde lo que ves en pantalla no es lo que parece?
