Con la llegada de las plataformas de streaming como Netflix, Max, Amazon Prime Video y Disney+, muchos adultos han podido revivir las series animadas que marcaron su infancia. Con series tan emblemáticas como ¡Oye, Arnold!, Rugrats: Aventuras en pañales, El laboratorio de Dexter y más, los espectadores han podido sumergirse en un ejercicio nostálgico que no sólo les ha traído alegría, sino que también permite redescubrir detalles que, en su momento, pasaron desapercibidos.
Sin embargo, este reencuentro con los clásicos también les ha revelado que algunas de sus escenas y episodios no eran precisamente aptos para el público infantil. Por ejemplo, Pokémon presentó episodios con altos niveles de violencia, mientras que El laboratorio de Dexter incluía chistes y referencias más orientadas a una audiencia adulta. En esta lista, Las chicas superpoderosas tampoco fueron la excepción.
Aunque la serie se enfocaba en las aventuras de tres niñas hechas con azúcar, flores, muchos colores y la fórmula X, en realidad, incorporaba humor y contenido que solo los adultos podían comprender plenamente. De hecho, hay un capítulo en particular que, viéndolo con ojos de adulto, parece sacado de una película de miedo al estilo de Midsommar: El terror no espera la noche y El legado del diablo.

Nos referimos al episodio 12 de la segunda temporada, titulado "Sólo un instante". En esta entrega, las chicas deciden competir en una carrera y, al superar la velocidad de la luz, son transportadas 50 años al futuro. Al regresar a Saltadilla, descubren que la ciudad no sólo está en ruinas, sino que ahora se encuentra dominada por su archienemigo "Él". La ausencia prolongada de las heroínas permitió que el villano tomara el control, sumiendo a la ciudad en el caos y la desesperación.

Lo que hace a este capítulo tan inquietante es la forma en la que representa un mundo postapocalíptico, con un tono muy diferente al del resto de la serie. Las chicas superpoderosas siempre habían sido las salvadoras de Saltadilla, pero en este episodio, son testigos de lo que ocurre cuando desaparecen. Los ciudadanos sobrevivientes no las ven como heroínas, sino como la causa de su sufrimiento, culpándolas por haber abandonado la ciudad.
Además, la presencia de "Él" es más escalofriante que nunca. Su apariencia demoníaca, su voz distorsionada y la forma en la que se burla de las chicas hacen que el episodio tenga un aire casi de película de terror psicológica. Sin duda, para muchos niños que vieron este episodio en su momento, fue un antes y un después en la forma en la que veían la serie.

Lo interesante de Las chicas superpoderosas es que, aunque era una serie infantil, tenía varias capas de significado. Por un lado, era una caricatura divertida y colorida, con acción y humor que encantaba a los niños. Pero al mismo tiempo, su narrativa incluía referencias, chistes y momentos que solo los adultos podían entender. Este episodio es el mejor ejemplo de cómo la serie podía explorar temas más oscuros de lo que se pensaban.
