Director de ‘El mono’ confiesa cómo los traumas lo han ayudado a hacer cine de terror
Luis Fernando Galván
Desde 'El arca rusa' de Aleksander Sokurov hasta 'Museo' de Alonso Ruizpalacios, me encantan las películas que se desarrollan al interior de los museos. Como historiador del arte, me interesa explorar los vínculos que existen entre la pintura y el cine como medios de expresión visual.

Osgood Perkins ha convertido el horror en una herramienta para explorar su propio pasado. A propósito de su nuevo filme, el director revela cómo sus experiencias familiares y pérdidas personales han moldeado su forma de hacer cine de terror.

El cine de terror ha sido un refugio creativo para muchos directores que buscan explorar sus propios miedos y traumas. En el caso de Osgood Perkins, la conexión entre su vida personal y sus películas es innegable. Su más reciente trabajo, El mono, basado en un cuento de Stephen King, no es solo una historia de horror, sino una obra profundamente personal que refleja sus propias experiencias con la pérdida, el duelo y la incertidumbre.

Atomic Monster

El horror como reflejo de la vida: el caso de Osgood Perkins

Desde su debut en la dirección con La enviada del mal, Perkins ha utilizado el género de terror como una forma de procesar su historia familiar. Hijo del icónico actor Anthony Perkins, famoso por interpretar a Norman Bates en Psicosis de Alfred Hitchock, y de la modelo y fotógrafa Berry Berenson, su vida estuvo marcada por la tragedia. Su padre falleció a causa del SIDA en 1992, tras años de vivir en el hermetismo, mientras que su madre perdió la vida en el vuelo 11 de American Airlines durante los ataques del 11 de septiembre de 2001. Para el director, estos eventos afectaron su perspectiva sobre el horror y la fragilidad de la existencia.

"No sé si tengo que hacerlo o si simplemente sucede, pero autobiografío —si es que esa es una palabra— lo que estoy haciendo", confesó Perkins en una reciente entrevista con Vanity Fair. "La única forma en la que sé ser directo es fijarme en una verdad de mi experiencia. Una vez que conecto con eso y se alinea con el material, el trabajo se vuelve fácil". Esta filosofía se refleja en su filmografía, donde el tema de la ausencia y la búsqueda de respuestas es recurrente y la perturbadora Longlegs es un reciente ejemplo de ello.

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El director reconoce que la historia de El mono le habló de manera personal, especialmente en la figura del padre ausente. En la misma entrevista, Perkins recordó cómo, desde niño, exploraba la misteriosa habitación de su padre, un espacio conocido en su casa como "el cuarto de ejercicios". "Mi padre era un fanático del ejercicio y estaba en mejor forma que cualquiera que haya conocido, incluso en sus cincuenta. Su cuarto no estaba cerrado con llave, pero estaba tácitamente fuera de los límites", explicó. "Desde los siete hasta los quince años, fui descubriendo cosas en ese cuarto y, conforme crecía, las comprendía mejor".

En El mono, los hermanos protagonistas encuentran el juguete maldito en el armario de su padre desaparecido, un detalle que resonó con la propia experiencia de Perkins. "La idea de que ese mono salga del armario de un padre como un horror secreto encajó muy temprano en el desarrollo", explicó. "Es como cuando ensamblas un juguete y algo encaja perfectamente, esa sensación de 'esto tiene sentido'". Para él, escribir el guión fue un proceso de exploración y, paradójicamente, un acto de alegría.

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Otro aspecto que toca de cerca la vida del director es la figura paterna distante y enigmática. "Si estás inclinado a querer saber quién era tu padre y tu padre no estaba dispuesto a decírtelo, es algo infinito, ¿verdad? Siempre vas a estar buscándolo", comentó. La relación de Perkins con su padre estuvo marcada por el hermetismo de Anthony, un hombre que se resguardó tras el personaje público de "Tony Perkins" y dejó a su hijo en una constante búsqueda de respuestas y validación.

Incluso en sus películas previas, el tema del duelo y la memoria es central. En Soy la bonita criatura que vive en esta casa, dedicó la película a "A.P, quien me dio una vieja casa". Esta dedicatoria tiene un doble significado: por un lado, hace referencia a la casa de Cape Cod que su padre compró en los años 60, pero también es una metáfora de su herencia emocional. "Me dio la casa del yo, que tiene muchas habitaciones. Algunas puedes abrirlas de inmediato, otras después, y algunas no tienen luz", reflexionó.

El mono
El mono
Fecha de estreno 20 de febrero de 2025 | 1h 38min
Dirigida por Osgood Perkins
Con Theo James, Elijah Wood, Tatiana Maslany
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