En el año 2000, Robbie Williams impactó al mundo con el videoclip de "Rock DJ", un trabajo visualmente atrevido por su fusión de lo lúdico, lo sensual y lo grotesco. Bajo la dirección de Vaughan Arnell, el video mostraba a Williams en una pista de patinaje rodeado de modelos que parecían ignorarlo. En un intento desesperado por llamar su atención, el cantante se despoja primero de su ropa, luego de su piel y finalmente de sus músculos, hasta quedar reducido a un esqueleto generado por CGI.
Vaughan Arnell
Más allá de su carga visual provocadora, el video cerraba con una frase irónica: "No Robbies were harmed during the making of this video" ("Ningún Robbie resultó herido durante la realización de este vídeo"), un guiño a la clásica advertencia cinematográfica sobre el bienestar animal. Veinticinco años después, esta referencia cobró un nuevo significado con la biopic de Robbie Williams, Better Man.
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‘Better Man’ y la profecía visual en un clásico de Robbie Williams
En una decisión tan inesperada como su video de 2000, el cantante optó por ser representado en pantalla por un mono creado con CGI. Si bien el actor Jonno Davies interpreta sus movimientos, la voz es proporcionada por el propio Williams, generando una versión digitalizada y simbólica de sí mismo que encaja perfectamente con la ironía que ha marcado su carrera.
Better Man, que llega a las salas de Cinépolis y Cinemex este jueves 27 de febrero, explora la vida de Robbie Williams desde su infancia en 1982 en Stoke-on-Trent, donde experimentó dificultades familiares tras la partida de su padre, Peter, un cantante obsesionado con Frank Sinatra. Sin una figura paterna estable, el joven Robbie buscó refugio en la música y, tras unirse a Take That, enfrentó una dura realidad: su compañero Gary Barlow era el favorito en la composición de canciones, mientras que el mánager Nigel Martin-Smith ejercía un control férreo sobre la banda. Williams, atrapado en una espiral de adicciones y depresión, se apartó del grupo para emprender una carrera en solitario con la ambición de triunfar en el Knebworth Festival.
Vaughan Arnell
El paralelismo entre "Rock DJ" y Better Man radica en su capacidad de desafiar las convenciones de la representación artística. Si en 2000 Williams se despojaba literalmente de su piel y músculos en un acto de rebeldía visual, ahora el cantante lleva ese concepto más allá, convirtiéndose en un personaje digital que refuerza la idea de su vida como un espectáculo mediático.
Esta decisión creativa no solo evoca el espíritu irreverente de Williams, sino que también refuerza la idea de que su carrera siempre ha estado marcada por la transformación y la reinvención. La ironía de la frase final de "Rock DJ" ha tomado vida propia, fusionando el humor, la autoconciencia y la tecnología en una representación cinematográfica que, como su música, no teme romper moldes ni desafiar expectativas.