En semanas recientes, una tendencia ha invadido las redes sociales: la transformación de imágenes y publicaciones en arte con el característico estilo de Studio Ghibli mediante herramientas de inteligencia artificial. Para muchos, esta moda resulta llamativa y emocionante, pero para los seguidores más apasionados del anime, representa una amenaza directa al legado del estudio y de su icónico director, Hayao Miyazaki. La preocupación radica en que la automatización de un estilo tan distintivo trivializa décadas de trabajo manual, dedicación y arte que han definido el cine de animación japonés.
Hayao Miyazaki ha sido un ferviente opositor del uso de la inteligencia artificial en la animación. Con una carrera de más de sesenta años y varias películas galardonadas, incluidas las ganadoras del Oscar El viaje de Chihiro y El niño y la garza, Miyazaki siempre ha defendido la importancia del trabajo artesanal en la creación de imágenes animadas. En distintas ocasiones, ha expresado su desagrado por la idea de que las máquinas reemplacen la creatividad y la sensibilidad humana en el proceso artístico.

La directora de ‘One Piece’ advierte: la IA amenaza la esencia del cine animado
El hecho de que ahora las imágenes generadas por IA estén imitando su estética y circulen masivamente en internet es visto por muchos como una falta de respeto a su visión y trayectoria. No solo se desvirtúa su estilo único, sino que también se ignora la filosofía de trabajo que ha guiado a Studio Ghibli desde su fundación. En este contexto, no es sorprendente que artistas y creadores dentro de la industria del anime estén alzando la voz en contra de esta práctica.
Uno de los pronunciamientos más contundentes proviene de Megumi Ishitani, directora de varios episodios memorables de One Piece. En sus redes sociales, Ishitani manifestó su indignación por la proliferación de estas imágenes generadas por IA, argumentando que el uso indiscriminado de estas tecnologías está degradando la esencia y el significado del trabajo de Studio Ghibli. Además, señaló que el estudio debería tomar medidas legales contra aquellas herramientas que están utilizando su estética sin autorización.

La directora no escatimó en palabras duras contra quienes participan en esta tendencia, acusándolos de manchar el nombre de Ghibli y de faltar al respeto a los artistas que han dedicado su vida a crear animación de manera tradicional. En uno de sus mensajes, Ishitani afirmó que no perdonará a quienes iniciaron y promovieron esta práctica, subrayando la necesidad de valorar y preservar el legado de Miyazaki y su estudio.
Sus declaraciones reflejan una preocupación generalizada en la industria de la animación japonesa, donde muchos artistas temen que la IA reemplace a los creadores humanos. En un sector que ya enfrenta problemas como la sobrecarga laboral y la falta de reconocimiento económico, la irrupción de la inteligencia artificial representa una amenaza adicional para los animadores y directores que han dedicado su vida al arte.
