El increíble poder de Legolas que fue eliminado en las películas de ‘El señor de los anillos’ y pocos se dieron cuenta
Luis Fernando Galván
Desde 'El arca rusa' de Aleksander Sokurov hasta 'Museo' de Alonso Ruizpalacios, me encantan las películas que se desarrollan al interior de los museos. Como historiador del arte, me interesa explorar los vínculos que existen entre la pintura y el cine como medios de expresión visual.

Aunque es uno de los personajes más recordados de ‘El Señor de los Anillos’, las películas de Peter Jackson omitieron un poder esencial de Legolas que lo diferenciaba de sus compañeros. Un detalle sutil que revela su verdadera esencia élfica.

Dentro del universo de El Señor de los Anillos, Legolas ha sido desde siempre uno de los personajes más queridos por los fanáticos de la obra de J.R.R. Tolkien. Su agilidad, puntería y serenidad en medio del peligro lo convirtieron en un ícono de la fantasía gracias a la interpretación de Orlando Bloom en la trilogía dirigida por Peter Jackson. Sin embargo, en medio de tanto dinamismo visual y acrobacias imposibles, hay un aspecto fundamental del personaje que no fue explorado en el cine.

En los libros originales, Tolkien dota a los elfos de habilidades que van mucho más allá de lo físico. Su conexión espiritual con la Tierra Media los convierte en seres profundamente distintos a los hombres, y uno de los rasgos más notables que diferencia a Legolas es su resistencia al cansancio y su nula necesidad de dormir como los mortales. Esta característica apenas se menciona en las películas, pero en los textos es un símbolo de la naturaleza casi divina de los elfos y de su papel como vigilantes eternos.

New Line Cinema

¿Sabías que Legolas casi no dormía? Así lo describió Tolkien

Los elfos no duermen en el sentido humano de la palabra. En lugar de cerrar los ojos y desconectarse del mundo, entran en un estado de meditación consciente, similar a un sueño despierto. En este trance, siguen conscientes del entorno, escuchan, perciben, sienten. En consecuencia, nunca están del todo vulnerables. Legolas encarna esta cualidad a lo largo de La Comunidad del Anillo, donde se le ve voluntario para mantener la guardia durante las noches sin mostrar señales de fatiga, a diferencia de sus compañeros humanos, hobbits o enanos.

Esto no solo es una habilidad útil en la travesía del Anillo, sino un reflejo del papel espiritual que los elfos desempeñan en la cosmología de Tolkien. Como los Primeros Nacidos por Ilúvatar, su existencia está atada a Arda hasta el fin de los tiempos. Son testigos del paso de las eras, y su resistencia física y emocional es un eco de su permanencia. Mientras los demás miembros de la Comunidad despiertan con frío y agotamiento, Legolas ya está de pie, vigilante y sereno.

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En la versión cinematográfica, la figura de Legolas fue altamente estilizada: un guerrero ágil, casi invencible, capaz de hazañas que desafiaban la física. Desde sus saltos imposibles en Moria hasta su enfrentamiento con un olifante, Legolas se convirtió en un espectáculo visual. Pero esa representación sacrificó la dimensión más profunda del personaje. Jackson captó la belleza de los elfos, pero dejó de lado su esencia contemplativa y eterna. El olvido de su insomnio es apenas una muestra de una simplificación más amplia del mundo élfico.

Legolas, en realidad, no solo es un guerrero. Es un guardián de la noche, aquel que vela cuando los demás descansan. Su constancia silenciosa lo convierte en una figura de calma en medio del caos, en una presencia que brinda seguridad en una historia repleta de incertidumbres. Mientras Aragorn (Viggo Mortensen) representa el destino, Frodo (Elijah Wood) el sacrificio y Gandalf (Ian McKellen) la sabiduría, Legolas es el equilibrio constante.

El Señor de los Anillos: La Comunidad del Anillo
El Señor de los Anillos: La Comunidad del Anillo
Fecha de estreno 21 de diciembre de 2001 | 2h 58min
Dirigida por Peter Jackson
Con Elijah Wood, Sean Astin, Ian McKellen
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Ver en HBO MAX

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