Hace exactamente tres décadas, Meryl Streep y Clint Eastwood compartieron pantalla por primera y única vez en el aclamado drama romántico Los puentes de Madison. A pesar de la intensa química que lograron en pantalla, detrás de cámaras la experiencia fue, al menos al inicio, desconcertante para la reconocida actriz.
Durante una entrevista con el Los Angeles Times, Streep confesó que se sintió preocupada por la forma de trabajar de Eastwood, quien no le dirigió la palabra durante la primera mitad del rodaje. "No me dijo ni una palabra, y eso me preocupó", relató la actriz de Mamma Mia!. Sin embargo, fue hasta más tarde que Eastwood aclaró su postura: "Sabes, no hablo mucho, a menos que no me guste algo".
Warner Bros.
Esta actitud reservada es, de hecho, una característica conocida del estilo de dirección de Clint Eastwood, quien a lo largo de sus más de siete décadas de carrera ha sido identificado por su eficiencia y su economía de palabras en el set. En sus propias palabras, el silencio suele ser señal de que todo marcha bien.
A pesar de este inicio distante, la colaboración entre ambos resultó en una de las películas más memorables del género romántico. Los puentes de Madison recaudó 182 millones de dólares a nivel mundial con un presupuesto estimado de 24 millones, y es considerada una de las mejores obras de Eastwood como director.
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La interpretación de Streep como Francesca Johnson le valió una de sus múltiples nominaciones al Oscar, y más tarde recibió elogios por parte de su compañero de reparto, quien la comparó con actores de la talla de Gene Hackman y Morgan Freeman, destacando su profesionalismo y disposición constante para trabajar.
Así, lo que comenzó como un rodaje marcado por el silencio, terminó consolidando una historia de amor inolvidable en la gran pantalla, con dos leyendas del cine que, aunque distintas en su método, lograron una conexión artística profunda.