Desde su estreno en 2013, Vikingos se convirtió en mucho más que una serie: fue un fenómeno cultural. Durante seis temporadas cargadas de batallas épicas, traiciones sangrientas y viajes hacia lo desconocido, el drama histórico nos mantuvo pegados a la pantalla hasta su desenlace en 2020. El éxito de la serie fue tan descomunal que incluso dio pie a una secuela en Netflix, Vikingos: Valhalla, que siguió expandiendo el legado de los guerreros nórdicos para una nueva generación de fanáticos sedientos de acción, honor y venganza.
Pero si algo dejó huella en la serie original fue, sin duda, la historia de Ragnar Lothbrok, el carismático líder vikingo interpretado por Travis Fimmel. Su ascenso de simple granjero a leyenda se ganó el corazón de millones de espectadores alrededor del mundo, así como su trágica y dolorosa caída. Ahora, años después de aquella impactante despedida, Michael Hirst, creador y showrunner de Vikingos, finalmente se sinceró sobre cómo fue llegar a la muerte de Ragnar y, de paso, confesó que no siempre fue sencillo trabajar con el mismísimo Travis.
En una entrevista reciente con Esquire, Hirst no se guardó nada. Reconoció que Travis Fimmel era un talento único, cuya intensidad y compromiso dieron vida a un Ragnar Lothbrok inolvidable. Sin embargo, también admitió que trabajar con el actor australiano no siempre fue un viaje tranquilo a través de mares vikingos.
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"No siempre fue fácil trabajar con Travis. Tenía, o había desarrollado, sus propias ideas sobre su personaje, y comenzamos un diálogo que continuó hasta la muerte de Ragnar", dijo sobre cómo Fimmel tenía una forma muy particular de acercarse a la historia del inolvidable vikingo. "Creo que nos respetábamos mutuamente, y nuestras reuniones, que a menudo ambos temíamos, fueron casi siempre positivas y productivas", contó en la reunión.
Al parecer, Fimmel tenía una forma muy particular de acercarse a sus escenas: improvisaba mucho, cambiaba diálogos y, en ocasiones, retaba las instrucciones del guión. Esto, aunque terminaba aportando una autenticidad brutal a su personaje, también hacía que rodar los episodios fuera todo un ejercicio de paciencia y flexibilidad para el equipo de producción.
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Aunque Ragnar murió, su legado sigue tan vivo como siempre. No sólo en Vikingos: Valhalla, donde sus hazañas aún son mencionadas como leyenda, sino también en la forma en que cambió el modo de contar historias de acción históricas en la televisión. Desde que terminó Vikingos, Travis Fimmel ha compartido lo feliz que está de estar lejos del mundo de Hollywood para centrarse en la vida de campo. De hecho, no trabajó en ninguna película ni serie durante dos años.
