Entre las propuestas más subidas de tono en Netflix, los dramas eróticos han encontrado un espacio donde explorar el deseo, la intimidad y las tensiones de pareja sin tapujos. Películas como Cincuenta sombras de Grey, protagonizada por Dakota Johnson y Jamie Dornan, iniciaron un fenómeno global centrado en los juegos de poder y la seducción. Otros títulos como Fair Play con Phoebe Dynevor, 365 días de Barbara Bialowas o El juego de Gerald, basada en una novela de Stephen King y dirigida por Mike Flanagan, demuestran que el erotismo puede ser tanto provocador como psicológicamente complejo.
Estas producciones no solo despiertan suspiros, sino que también invitan a reflexionar sobre los límites del consentimiento, las relaciones tóxicas y la búsqueda de placer. En medio de esta ola de cine adulto contemporáneo, Netflix se atrevió a ir más allá con Bajo el hechizo del deseo (Lust Stories), una antología india de cuatro cortometrajes que exploran la sexualidad femenina desde perspectivas diversas, realistas y sin censura.

Una antología de deseo: cuatro historias que rompen tabúes en Netflix
La película, continuación espiritual de Bombay Talkies, reúne a cuatro de los directores más destacados del cine indio contemporáneo: Karan Johar, Zoya Akhtar, Dibakar Banerjee y Anurag Kashyap. Cada uno firma un episodio centrado en una mujer enfrentando el deseo en un contexto social restrictivo. El resultado es una mirada íntima, honesta y muchas veces incómoda sobre las contradicciones del sexo, la tradición y la autonomía femenina en la India urbana.
El segmento de Anurag Kashyap, con una impresionante Radhika Apte, presenta a una mujer casada que se involucra con un joven estudiante y desarrolla una obsesión difícil de controlar. El cortometraje aborda temas como la monogamia, el consentimiento y la autoengaño con un tono que oscila entre el drama psicológico y la sátira. Apte, conocida por su intensidad y magnetismo en pantalla, ofrece una interpretación que deja huella.

En la segunda historia, Zoya Akhtar se centra en la empleada doméstica de un hombre soltero. Bhumi Pednekar encarna a Sudha, una mujer cuya vida amorosa es invisible para los demás, pero que sufre en silencio la ausencia de un futuro posible. Aquí, el deseo se manifiesta como una resignación silenciosa, envuelto en una rutina que aplasta cualquier aspiración emocional. La dirección sutil de Akhtar resalta la vulnerabilidad y dignidad de su protagonista.
La propuesta más introspectiva llega de la mano de Dibakar Banerjee, quien retrata a una mujer madura (interpretada por Manisha Koirala) atrapada entre su vida familiar y una relación extramarital. El episodio aborda con madurez la necesidad de reconectar con uno mismo en medio del caos doméstico. A pesar de su tono más pausado, es un relato poderoso sobre la búsqueda de sentido en el amor y el deseo.

Finalmente, Karan Johar firma la historia más provocadora y visualmente deslumbrante del conjunto. Protagonizada por Kiara Advani y Vicky Kaushal, esta comedia erótica aborda el tabú del placer femenino a través de una situación inesperada con un juguete sexual. El cortometraje combina humor, crítica social y sensualidad con el estilo característico de Johar, convirtiéndose en el segmento más comentado de la antología.
Bajo el hechizo del deseo no es solo una película subida de tono. Es una obra coral que pone sobre la mesa temas poco tratados en el cine indio y en muchas otras cinematografías: el deseo femenino, la represión emocional, el despertar sexual y la lucha por el derecho a sentir. En una plataforma como Netflix, que apuesta por la diversidad y la provocación, esta antología se convierte en una joya imperdible para quienes buscan erotismo con sentido.
