La segunda temporada de The Last of Us no está dejando dormir a nadie, desde fans, críticos, tuiteros, jugadores, y hasta los propios actores. Desde el primer episodio, la serie nos puso el corazón al mostrar la trágica y esperadísima muerte del personaje de Pedro Pascal, un evento que paralizó al internet. Y si eso no fuera suficiente para dejarnos deshidratados de tanto llorar, el viaje de venganza, rabia y redención de Ellie (Bella Ramsey) ha sido una montaña rusa emocional sin frenos.
Cada semana, la adaptación del videojuego de Neil Druckmann nos regala momentos memorables, cargados de tensión, sensibilidad y una música que remueve recuerdos que ni sabías que tenías. Pero si había una escena que los fans venían pidiendo desde que se anunció la temporada, era aquella en la que Ellie interpreta el clásico de la década de los ochenta, "Take On Me" del grupo A-HA.
Esta secuencia íntima, melancólica y poderosa dejó huella en el videojuego y en la serie no fue menos impactante. Sin embargo, para Isabela Merced, quien interpreta a Dina en esta nueva entrega, este momento fue más difícil de lo que cualquiera esperaba. ¿La razón? No podía dejar de llorar durante la grabación de esa escena musical junto a Bella Ramsey.
Max
Recientemente, la joven actriz confesó en una entrevista con Variety que no podía parar de derramar lágrimas durante el rodaje. Y aunque la capacidad de llorar en televisión suele ser aplaudido, aquí ocurrió lo contrario: los directores tuvieron que pedirle, con todo el amor del mundo pero también con seriedad, que por favor se detuviera porque estaba arruinando la toma.
"Ese día me emocioné mucho. En un momento dado, incluso el director me dijo: 'Oye, ¿quizás intenta no llorar?'. Fue muy, muy difícil para mí. Y esa fue mi lucha durante toda la escena", confesó Merced sobre la secuencia de The Last of Us. Según explicó, tiene una conexión muy personal con la música, y escuchar a Bella interpretar esa canción la tocó profundamente.
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La situación se volvió tan emotiva que incluso el equipo de producción tuvo que hacer varias pausas para que Merced se recompusiera. En cualquier otra serie, esto sería oro puro, pero el problema era que en el guion, Dina no debía estar llorando. Su personaje debía observar a Ellie con una mezcla de admiración y tranquilidad.
Lo que hace que esta anécdota sea aún más especial es lo que representa esta escena dentro del universo de The Last of Us. En el juego, "Take On Me" es más que una canción: es un símbolo de los momentos de humanidad que aún quedan en medio del apocalipsis. Es un recordatorio de lo que se perdió, de lo que aún se puede construir, y del vínculo emocional entre Ellie y Dina.