Hay finales de películas que te dejan sin aliento, que te hacen llorar, gritar, o incluso querer aplaudir, como los de Titanic, Sueño de fuga o El sexto sentido. Pero también hay finales que te dejan con cara de sorpresa y no precisamente en el buen sentido. En una industria donde las franquicias, las secuelas y los universos cinematográficos interconectados abundan, entregar un cierre digno es sumamente importante para dar una buena impresión.
En el caso de Marvel, aunque nos ha dado momentos legendarios como Avengers: Endgame, también tiene algunos tropiezos de los que no nos hemos recuperado del todo. Esto aplica especialmente para un desenlace fallido que cumple nada menos que 11 años de habernos dejado congelados en la sala de cine. A la fecha, los fans siguen esperando una pelea que nunca llegó y que concluyó con los créditos apareciendo de la nada.
La última escena de El sorprendente Hombre Araña 2: La amenaza de Electro no fue un final abierto para dejarnos reflexionando, sino más bien como si alguien hubiera apagado la película por error justo cuando empezaba lo bueno. La secuela protagonizada por Andrew Garfield y Emma Stone prometía llevar la saga arácnida a otro nivel, pero terminó siendo recordada más por su frustrante final que por sus múltiples villanos y conflictos emocionales.

Para poner el contexto, el público venía de una montaña rusa de emociones luego de que Gwen Stacy partiera a mejor vida. Peter Parker estaba en plena reconstrucción emocional, y justo cuando el público necesitaba una dosis de adrenalina para salir con la frente en alto, aparece Rhino, interpretado por Paul Giamatti, enfundado en una especie de armadura robótica.
Todo pintaba para cerrar con broche de oro, con Rhino empezando a causar caos en Nueva York, Spider-Man regresando al ruedo con todo y traje. Sin embargo, cuando ambos están a punto de chocar la pantalla se volvió de color negro, y para decepción de los fans, la película terminó justo antes del combate. Todo concluyó con promesas incumplidas y un público en las salas rascándose la cabeza, esperando que alguien más confirmara si eso que acababan de ver era en serio.

Y lo peor es que El sorprendente Hombre Araña 2 tenía planes. La película estaba sembrando las semillas de un universo expandido, con los Seis Siniestros en el horizonte y más aventuras para el Peter Parker de Andrew Garfield. Pero ese final, tan abrupto y sin recompensa emocional, fue la cereza sobre un pastel de decisiones apresuradas. Poco después, la franquicia fue cancelada y Sony se alió con Marvel Studios para relanzar al personaje con Tom Holland.
