Pocas películas pueden presumir de haber cambiado para siempre la historia del cine. Psicosis, dirigida por Alfred Hitchcock en 1960, no solo lo hizo: reconfiguró el lenguaje del terror, trastocó las expectativas del espectador y abrió el camino para una nueva era del género. A sus 65 años, esta obra maestra se encuentra disponible en Max y se mantiene tan perturbadora, elegante y audaz como el día de su estreno. Si aún no la has visto, el momento es ahora: estás frente a una pieza fundamental del cine.
La historia comienza con una joven secretaria, Marion Crane, interpretada por Janet Leigh, que huye tras robar 40 mil dólares. Su objetivo parece claro: empezar una nueva vida con su amante. Pero una parada aparentemente inofensiva en el motel Bates cambia el rumbo del relato por completo. Allí conoce a Norman Bates, un joven tímido y dueño del lugar, interpretado magistralmente por Anthony Perkins. Lo que ocurre después no solo sacude la trama, sino que desmonta toda noción tradicional de narrativa cinematográfica.
Alfred J. Hitchcock Productions
El legado de ‘Psicosis’: Cuando el terror cruzó los límites del cine clásico
En Psicosis, Hitchcock rompe con las reglas del cine clásico. Juega con nuestras simpatías, nos hace seguir a una ladrona que, paradójicamente, se convierte en una figura heroica ante nuestros ojos. Pero cuando la película alcanza su giro más famoso —la icónica escena de la ducha—, la ilusión se desmorona. Hitchcock mata a su protagonista en plena mitad del filme, una decisión que resultó impensable en su época y que redefinió para siempre lo que podía hacerse en una pantalla.
Esta transgresión formal no fue únicamente narrativa. Psicosis desafió los códigos morales del cine estadounidense justo cuando comenzaban a tambalearse los principios del Hays Code. El también director de Los pájaros y Vértigo introdujo violencia explícita, ambigüedad sexual y una mirada psicológica sobre el asesino que no buscaba consuelo ni redención. Con ello, no solo inauguró lo que hoy entendemos como el cine slasher, sino que también llevó el horror a un terreno más íntimo y realista, donde el monstruo no era una criatura sobrenatural, sino un ser humano tan complejo como nosotros.
Alfred J. Hitchcock Productions
Más allá de su contenido, Hitchcock también transformó la manera en que se asistía al cine. Impuso que nadie pudiera entrar a la sala una vez comenzada la función, una decisión inédita que obligaba al espectador a presenciar el filme desde el inicio y respetar su estructura narrativa. Esta estrategia generó una nueva forma de relacionarse con el espectáculo cinematográfico, elevando la experiencia colectiva en la sala a un ritual casi sagrado. La pregunta que flotaba en el aire era: ¿qué me estoy perdiendo si llego tarde?
Con un presupuesto modesto de poco más de 800 mil dólares, Psicosis recaudó más de 50 millones en taquilla y generó una franquicia que incluye secuelas, un remake y hasta una precuela televisiva. Pero ningún intento posterior ha logrado replicar la intensidad, la elegancia ni la audacia del original. Es una película que sigue fascinando a la crítica y que inspiró muchas otras grandes películas como Halloween de John Carpenter, Vestida para matar de Brian De Palma y Scream de Wes Craven, por mencionar algunas, que buscaron provocar con inteligencia y precisión.