En el vasto multiverso de Marvel, hay historias que se convierten en leyendas y otras que necesitan de un pequeño empujoncito para brillar. Avengers: Endgame sigue siendo el estándar de oro en cuanto a crossovers épicos, mientras que Spider-Man: Sin camino a casa logró hacer realidad el sueño de miles de fans al juntar a Tom Holland, Andrew Garfield y Tobey Maguire en pantalla. Y si de emociones fuertes hablamos, Thunderbolts* ha sorprendido a todos, demostrando que los antihéroes también tienen su corazoncito.
Pero no todo ha sido vibranium y aplausos en la historia reciente del UCM. Marvel ha tenido sus tropiezos. The Marvels, por ejemplo, no logró despegar en taquilla como se esperaba, y Ant-Man and The Wasp: Quantumania nos llevó tan lejos en el reino cuántico que algunos lo encontraron aburrido. Entre estos títulos que no lograron la ovación inmediata, hay una película que fue duramente criticada en su estreno, pasó medio desapercibida en cine y ahora está teniendo su inesperada revancha en Max.
La cinta en cuestión es nada menos que Kraven, el cazador, la historia del icónico villano (o antihéroe) del universo de Spider-Man, protagonizada por Aaron Taylor-Johnson, y que ahora se ha colocado entre lo más visto de la plataforma. Aunque muchos la ignoraron en su paso por la pantalla grande, ahora que está disponible en streaming, el público está reaccionando y diciendo que no estaba tan mal como pensaban.
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Lanzada originalmente en 2024 como parte del universo arácnido de Sony (ese mismo donde viven Venom y Morbius), Kraven prometía una historia más salvaje, violenta y visceral, alejada de los tonos luminosos de los Vengadores. La cinta sigue a Sergei Kravinoff, un cazador con fuerza sobrehumana, que tras una infancia traumática y un encuentro con la fauna más agresiva del mundo, decide convertirse en el depredador definitivo. El tipo no tiene telarañas, pero sí garras, cuchillos y una fijación intensa con el reino animal.
En su estreno, Kraven dividió opiniones. Algunos celebraron el tono más maduro y sangriento, mientras que otros criticaron la narrativa algo dispersa. Pero ahora, en su nueva vida digital, la película ha encontrado una segunda audiencia que la valora por lo que realmente es: una cinta de acción sin pretensiones, con un protagonista carismático y escenas que te hacen saltar cada cinco minutos.
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Uno de los mayores aciertos es sin duda Aaron Taylor-Johnson, quien se aleja por completo del Quicksilver que interpretó años atrás para convertirse en una fuerza salvaje, literal y emocional. Su interpretación como Kraven es brutal, pero también tiene momentos de humanidad y conflicto interno que lo hacen más interesante que otros villanos de cartón. Y si a eso le sumamos la aparición de Russell Crowe como su despiadado padre, la mezcla es aún más intensa.
Desde su llegada a Max, Kraven, el cazador ha escalado rápidamente en el ranking, ganando elogios por su dirección de acción, su estética salvaje y por ser ese tipo de película que no intenta salvar al universo. Kraven sólo quiere mostrar lo que pasa cuando un hombre decide vivir como un león entre humanos.
