Netflix estrenó una nueva serie que combina drama, comedia y misterio en una historia tan intrigante como provocadora, en donde por fin tenemos el regreso de Milly Alcock —conocida mundialmente por su papel como la joven Rhaenyra Targaryen en La casa del dragón— en un nuevo rol que explora temas como el poder, la feminidad y las dinámicas sociales dentro de un mundo elitista y sumamente exigente.
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La trama gira en torno a Devon, quien es una joven que comienza a sospechar que su hermana, Simone, cayó bajo el hechizo de su nueva jefa, la enigmática y sofisticada Michaela Kell que es una socialité que lidera un estilo de vida lujoso con tintes de culto, y cuya influencia sobre Simone se vuelve cada vez más inquietante. Preocupada por el control que Michaela ejerce sobre su hermana, Devon decide intervenir.
Así, la historia se desarrolla a lo largo de un solo fin de semana en la extravagante finca costera conocida como The Kells. Allí, Devon se enfrenta a la deslumbrante pero peligrosa Michaela en un intento por recuperar a Simone, dando lugar a una experiencia intensa, elegante y cargada de tensión, donde la protagonista se ve obligada a enfrentarse a una oponente mucho más poderosa de lo que imaginaba.
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Con esta dinámica, Sirenas se presenta como una serie incisiva, oscura y divertida, que cuestiona la forma en que el poder y la clase se manifiestan en las relaciones entre mujeres.