Netflix siempre sabe qué recomendarte, incluso tiene una categoría hecha especialmente para los cinéfilos más exquisitos. En la pestaña de "Los favoritos de la crítica", los suscriptores del gigante del streaming pueden encontrar lo más destacado del séptimo arte, que van desde La ballena, ese drama que le dio a Brendan Fraser su regreso soñado y lo llevó al Oscar, clásicos como Gladiador, hasta El niño y la garza, la obra más reciente obra del maestro Hayao Miyazaki, que le dio su segunda estatuilla dorada.
Pero la plataforma de la "N" roja nunca se conforma, y de vez en cuando añade pequeñas maravillas con el poder de sacudirte el alma y hacerte derramar una que otra lágrima. Entre esas películas que no tienen efectos especiales ni presupuestos millonarios, hay una historia que se queda contigo durante días, que explora de forma hermosa y sencilla la compleja relación entre un padre y su hija, todo mientras realizan un viaje que marcará sus vidas para siempre.
Se trata Aftersun, una de las películas más conmovedoras de los últimos años. Gracias a su papel en la cinta, Paul Mescal fue nominado en la categoría de Mejor actor, y aunque no ganó esa noche, para muchos su interpretación ya era digna de un reconocimiento de la Academia. Prepara una caja de pañuelos para ver este tierno y espléndido relato porque no sólo te romperá el corazón, sino que tardarás un par de días en recuperarte.
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Dirigida por Charlotte Wells, Aftersun cuenta la historia de Sophie, una niña de once años que se va de vacaciones con su papá, Calum, a un resort en Turquía. Pero lo que parece ser un viaje de verano cualquiera, con mucho sol, alberca y playa, poco a poco se va tomando forma y se transforma en un retrato íntimo y profundo sobre el amor.
La película transita como una especie de recuerdo entre cintas de video e imágenes que Sophie capturó, casi como si un álbum de fotos viejas cobrara vida. Aftersun es una reflexión 20 años después de las últimas vacaciones con su padre, y ahora siendo una adulta, reflexiona sobre todo lo que no llegó a conocer de él, las experiencias que nunca vivió a su lado y las preguntas que quedaron sin responder.
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Puede que al final de ver Aftersun termines llorando. Pero esas lágrimas no serán resultado de una tragedia, sino de algo más profundo y nostálgico, como una carta de amor a los recuerdos de tus seres queridos que ya no están contigo. Si estás buscando qué ver esta semana, Aftersun es esa joya escondida que te hará sentir mucho sin decir demasiado.
