Ryan Gosling es de esos actores que se han ganado a pulso su estatus de súperestrella de Hollywood. En 2016, hizo historia al protagonizar La La Land donde cantó y bailó junto a Emma Stone, y un año después, exploró el género de la ciencia ficción con Blade Runner 2049 de Ridley Scott. Tras haber sido el mismísimo Ken de Barbie y conquistar al público con una interpretación que lo llevó al Oscar, Gosling está listo para encabezar la nueva trilogía de Star Wars.
Aunque hoy es uno de los favoritos de la industria cinematográfica, lo cierto es que no todo ha sido color de rosa la carrera de Gosling. Resulta que hubo una vez en la que Ryan estaba tan comprometido con un papel, que decidió aumentar nada más y nada menos que 30 kilos para dar vida a un personaje en una película desgarradora. Lo curioso es que, en lugar de aplaudirle el esfuerzo, el actor terminó siendo despedido y reemplazado por alguien más.
Fue en un encuentro en mesa redonda anual de actores de The Hollywood Reporter que el protagonista de Loco y estúpido amor reveló que Peter Jackson le dijo que no podía ser parte del elenco de Desde mi cielo. Gosling había sido elegido por el también director de El Señor de los Anillos para interpretar Jack Salmon, el padre de la joven protagonista. Pero como todo buen actor de método, Gosling preparó para el papel pensando en cómo debía verse el hombre de familia.
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"Teníamos una idea diferente de cómo debía verse el personaje. Realmente creía que debía pesar 95 kilos", declaró Gosling a The Hollywood Reporter sobre cómo pensó que debía parecer un tipo que había dejado de cuidarse. "No hablamos mucho durante la preproducción, y ese fue el problema (...) con tantas cosas que abordar, él no podía lidiar con los actores individualmente", dijo acerca de cómo no tuvo la oportunidad de ponerse de acuerdo con Jackson sobre el personaje.
¿Y cómo aumentó tantos kilos el actor de Diario de una pasión? Para lograr esa imagen, Gosling empezó a comer compulsivamente y a beber helado derretido cuando tenía sed. Meses después, cuando llegó al set con 30 kilos extra, Peter Jackson y el equipo se quedaron hlados. La imagen que Gosling proyectaba no coincidía con la que tenían en mente. A los pocos días, lo reemplazaron por Mark Wahlberg, quien finalmente apareció en la cinta de 2009.
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"Entonces estaba gordo y desempleado", contó a The Hollywood Reporter. Por suerte, el tropiezo no detuvo a Gosling y poco después, retomó su camino con proyectos aclamados como Blue Valentine y Drive, y desde entonces no ha parado. Hoy, Gosling es uno de los actores más queridos y respetados, con la capacidad de moverse entre cualquier género.