Cuando hablamos de thrillers que sacan de quicio a cualquiera, seguramente siempre vienen a la mente títulos como El silencio de los inocentes, con la mirada oscura de Anthony Hopkins que te atrapa, o El resplandor, ese clásico del suspenso y terror que convierte un hotel de cinco estrellas pesadilla. Por supuesto, no se podría omitir a ¡Huye!, esa cinta moderna de Jordan Peel que redefinió el género en la actualidad. Pero si quieres algo que te atenace la respiración y te deje en shock, Netflix tiene una joya que no puedes dejar pasar.
Desde hace un rato, en su enorme catálogo hay un thriller que ha estado rondando la lista de lo perturbador que ha salido en los últimos años. Esta cinta es un viaje profundo a los sitios más profundos de la mente y la desesperación, perfecto para un maratón de miedo en un fin de semana como este. Lo más memorable de esta cinta es esa atmósfera en la que se logra transmitir el terror de lo cotidiano, entre salas de espera frías, médicos distraídos y la burocracia hospitalaria.
Fractura es el thriller psicológico de Netflix considerado uno de los más perturbadores y tensos de los últimos 5 años. Protagonizada por Sam Worthington, la historia inicia de manera sencilla, con un viaje en familia. Conduciendo por la carretera en el largo viaje a casa después de una cena de Acción de Gracias, Ray, un alcohólico en recuperación, cuyo segundo matrimonio está en un punto crítico, junto a su esposa e hija Peri se detienen en un área de descanso de la autopista.
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En ese lugar la familia tiene un encuentro con un perro salvaje que ataca a Peri. Cuando Ray intenta intervenir arrojando una piedra al perro, la pequeña cae del borde en el que se encuentra, golpea su cabeza contra el suelo y se rompe el brazo. Después de una carrera frenética a la sala de emergencias y un enfrentamiento con la enfermera de registro, Ray finalmente puede hacer que la niña sea revisada por un médico.
Pero Mientras la esposa y Peri se dirigen a otra sala para una resonancia magnética, Ray, exhausto, se desmaya en una silla en el vestíbulo. Al despertarse, se da cuenta con horror de que nadie puede corroborar o confirmar la existencia de su familia, lo que lo lleva a descubrir una siniestra conspiración.
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En Fractura, el efecto y el miedo es casi inmediato, y no se necesitan ni de saltos de cámara ni sustos repentinos para lograr las emociones deseadas. Aquí, el silencio juega con tus sentidos, en un túnel mental que te deja pensando, cuestionando, dudando y pensando qué harías si estuvieras en esa situación. Si estás listo para dejarte envolver por una historia cargado de intriga, entonces esta película podría dejarte más perturbado que antes.
