La versión live-action de Cómo entrenar a tu dragón ya llegó a las salas de Cinépolis y Cinemex, y lo ha hecho volando alto. Dirigida por Dean DeBlois, quien también estuvo al frente de la versión animada, esta nueva adaptación apuesta por una mezcla de acción real y efectos especiales para revivir el entrañable vínculo entre un joven vikingo y un dragón que cambiará su vida.
Con un elenco joven y prometedor, encabezado por Mason Thames como Hipo y Nico Parker como Astrid, la cinta también cuenta con la participación de Gerard Butler, Nick Frost, Gabriel Howell, Julian Dennison, Bronwyn James, Harry Trevaldwyn y Peter Serafinowicz. La historia sigue los pasos de Hipo, un adolescente marginado en su aldea vikinga que, en lugar de matar dragones como dicta la tradición, decide forjar una amistad con uno de ellos, un Furia Nocturna al que llama Chimuelo.
Universal Pictures
Un vuelo accidentado: el momento en que todo salió mal durante el rodaje de ‘Cómo entrenar a tu dragón’
Pero no todo fue fantasía y diversión durante el rodaje. En una entrevista con Entertainment Weekly, Thames reveló que una de las escenas más emocionantes terminó en un doloroso accidente que le dejó cinco puntos de sutura en el mentón. “Cada vez que tenía que volar al dragón en la película, usábamos una especie de toro mecánico gigante”, contó. “Estábamos haciendo una escena en la que Nico y yo íbamos montados en el dragón, y Chimuelo se vuelve loco. Todo se movía de forma salvaje”.
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El problema vino cuando el mecanismo que simulaba el movimiento del dragón hizo una maniobra inesperada. “Normalmente, cuando el dragón baja, el aparato sube. Yo me preparé, pero entonces el dragón subió y su cabeza me golpeó la barbilla. Tres tornillos de hierro me dieron justo ahí”, relató Thames, el joven actor de El teléfono negro e Inexpertos. Aunque siguió actuando como un profesional, no fue hasta que Parker lo agarró de la cara para una parte de la escena que notaron la gravedad del golpe.
“Cortaron la escena y solo escuché a Nico decir ‘¡Oh, Dios mío!’”, recordó Thames, imitando su acento británico. “Ella miró sus manos y estaban cubiertas de sangre. Yo miré hacia abajo y había un charco de sangre sobre el dragón. Luego vi un espejo y noté que me faltaba un pedazo del mentón... fue horrible”. Además, tuvo que someterse a una segunda ronda de puntos porque, según él, “el doctor puso los puntos, luego dijo: ‘Puedo hacerlo mejor’, los cortó y volvió a coser”.
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Mason no fue el único en sufrir percances. Parker confesó que, aunque Astrid maneja el hacha con destreza en pantalla, ella no es tan hábil. “Golpeaba dientes de dragón y el hacha rebotó, dándome en la cara. Me golpeé la mano, me lastimé varias veces. Pero nada tan grave como lo de Mason”. Incluso añadió entre risas: “Él también se quemó la mano haciendo herrería, ¡y ni siquiera habíamos empezado a filmar!”.
A pesar de los golpes, las caídas y los malentendidos, el elenco coincide en que la experiencia fue inolvidable. “Incluso con los puntos horribles, valió totalmente la pena”, afirmó Thames. Parker también lo recuerda con cariño: “Fue el mejor grupo de personas con el que he trabajado. Definitivamente, algunos de los mejores momentos de mi vida ocurrieron en ese set”.