Hace algunas décadas, allá por los años 70 y 80, dos franquicias llegaron a revolucionar el cine, los efectos especiales y nuestra idea de lo que significaba que una película fuera épica de verdad. Por un lado, Star Wars llegó a la gran pantalla para dejar claro que en las galaxias lejanas ocurren las mejores aventuras, mientras que Indiana Jones demostró que los arqueólogos no son nada aburridos y podían ser héroes de acción con sombrero y látigo.
Lo más curioso de estas dos sagas es que, además de haber sido auténticas joyas del entretenimiento, tenían mucho más en común de lo que parece. Ambas fueron creadas por mentes brillantes, como la de George Lucas, y por supuesto, tuvieron a Harrison Ford en dos de los papeles más legendarios del cine: Han Solo, el contrabandista espacial, e Indiana Jones, el profesor de arqueología que siempre está un paso de caer en una trampa mortal.
Pero lo que muchos fans no saben, o al menos no habían notado, es que estas dos sagas también se han dedicado pequeños guiños entre sí. Como si fueran una especie de mejores amigos, hay una referencia que ha permanecido un tanto escondida y que probablemente sólo unos pocos habían notado hasta ahora. Todo ocurre en Indiana Jones y los cazadores del arca perdida de 1981, justo en el minuto 66 con 13 segundos.
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Si pones pausa en este momento podrás ver algo que muy pocos detectan a la primera: una referencia directa al universo de Star Wars. Pero no es cualquier cosa, sino que se trata de un guiño a los legendarios R2-D2 y C-3PO, los dos robots que se robaron el corazón de los fanáticos. Ambos personajes aparecen tallados en una pared egipcia, como si fueran parte de algún antiguo mito perdido, algo completamente fuera de serie.
Mientras el profesor Jones está a punto de descubrir el lugar donde se encuentra el Arca de la Alianza, la cámara se desliza por un muro con jeroglíficos. Y entre los tantos símbolos y figuras misteriosas, se puede ver claramente un pictograma de los dos droides más tiernos del cine. Este es un detalle súper sutil, pero una vez que lo ves, no podrás dejar de pensar en él.
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Por supuesto, este tipo de easter eggs no son algo nuevo en el cine, pero el hecho de que ocurra entre dos franquicias tan enormes y queridas lo hace aún más especial. ¿Y por qué está ahí? Tiene todo el sentido del mundo ya que George Lucas creó Star Wars, pero también fue el productor de Indiana Jones. Steven Spielberg, quien dirigió la película del arqueólogo, era amigo íntimo de Lucas, así que entre bromas y admiración mutua, decidieron meter este pequeño homenaje.
