En la última década, las plataformas de streaming se han convertido en una parte esencial del día a día en México, y como ya no es necesario depender de la televisión tradicional ni esperar un horario fijo para ver nuestras historias favoritas, ahora con solo tener internet millones de personas pueden disfrutar de películas y series desde su celular, computadora o televisión inteligente, en el momento que quieran.
Pero lo más importante no es solo cómo consumimos el contenido, sino también quién lo produce. Y en este terreno, México ha sido uno de los países donde plataformas como Netflix han apostado fuerte, financiando producciones locales con historias propias, actores nacionales y escenarios que reflejan tanto el humor como la cultura del país.
Netflix
Así en la plataforma no solo encontramos títulos clásicos o ganadores de premios como lo son Amores Perros, Roma o Ya no estoy aquí, sino también cintas piones en abordar temas tabú como la violencia y -por supuesto- el sexo. Un ejemplo muy claro de esta apuesta es Oscuro deseo, protagonizada por Maite Perroni y Jorge Poza, lanzada en 2020 para convertirse rápidamente en un fenómeno global.
La historia gira en torno a Alma, una mujer casada que, al sospechar que su esposo le es infiel, decide tener un romance fugaz con un joven misterioso llamado Darío. Sin embargo, lo que parecía una aventura sin consecuencias, se transforma en una red de secretos, crimen, deseo y engaño dentro de un ambiente universitario, familiar y judicial, donde cada personaje tiene algo que esconder.
Netflix
Con solo su primera temporada, Oscuro deseo logró conquistar no solo al público mexicano, sino a audiencias de decenas de países. Fue de las series más vistas en Netflix en su momento, posicionándose en el top 10 global, y atrayendo la atención de millones de espectadores por su mezcla de erotismo, suspenso y drama psicológico.
Así que al igual que La Casa de las Flores, que mezcló comedia negra con crítica social; El guardían de las Monarcas, que abordó los conflictos de poder y corrupción en el mundo empresarial mexicano; y Control Z, con una historia juvenil cargada de intriga y tecnología, Oscuro deseo es una apuesta sobre las crisis familiares y afectivas en México llevada al extremo del drama, la emoción y redención.