Muchos conocen a Vin Diesel como el rostro duro y leal de Fast & Furious, la saga que ha tenido un insólito éxito en taquilla por más de veinte años. También es la cara detrás de franquicias como xXx y Riddick, donde las persecuciones, explosiones y músculos fueron los protagonistas. Sin embargo, lo que pocos saben es que antes de convertirse en una estrella global del cine de acción, Diesel ya tenía otro sueño: el de contar historias desde la silla de director.
En 1995, Diesel escribió, protagonizó, dirigió y hasta compuso la música de un cortometraje llamado Multi-Facial, basado en sus propias experiencias como actor multirracial en castings. Esta producción casera, íntima y sincera, logró proyectarse nada menos que en el Festival de Cannes. Dos años más tarde, lanzó su primer largometraje, Strays, sobre un joven en busca de sentido en medio de la violencia y el caos de su entorno. Aunque la crítica fue dividida y el éxito fue limitado, su autenticidad atrapó a una mirada inesperada.
Instagram @vindiesel
Esa mirada era nada más y nada menos que la de Steven Spielberg, quien es el aclamado director de E.T. El extraterrestre, Indiana Jones y La lista de Schindler, y quedó tan impresionado con el trabajo de Diesel que lo invitó al set de Amistad para felicitarlo. Ahí le reveló que había escrito para él un personaje en Salvando al Soldado Ryan, como el soldado Caparzo. Diesel, fan absoluto de Spielberg, no lo dudó ni un segundo y aceptó el papel que lo llevaría por primera vez al gran cine de estudio.
Pero lo más poderoso de ese encuentro no fue el papel en sí, sino que años después, en una entrevista Vin Diesel contó que Spielberg le confesó que su verdadero deseo era impulsar su carrera como director. "Cuando escribí ese personaje para ti, estaba apoyando al cineasta que vi en Strays, y no has dirigido lo suficiente. Es un crimen contra el cine", le dijo el director. Un comentario que, aunque afectuoso, dejaba claro que el potencial que Spielberg había visto seguía dormido.
Desde entonces, Vin Diesel se ha volcado completamente a su carrera frente a la cámara, siendo protagonista de franquicias millonarias. Ha producido, ha actuado, ha doblado personajes (como Groot), pero no ha vuelto a dirigir. En algún momento expresó su deseo de contar la vida de Aníbal, el líder cartaginés, en una trilogía épica. Sin embargo, ese ambicioso plan nunca llegó a concretarse.
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Una segunda oportunidad que también fue desperdiciada
Curiosamente, en 1997, en el mismo festival donde presentó Strays, Diesel conoció a otro aspirante a cineasta: Jon Favreau, quien más tarde dirigiría Iron Man y ayudaría a crear el universo cinematográfico de Marvel. Ambos compartían el sueño de dirigir, pero tomaron caminos distintos. Favreau construyó una carrera sólida tras las cámaras; Diesel, en cambio, se convirtió en un ícono de acción.
Y mientras el público sigue disfrutando de sus personajes aguerridos y leales, hay una historia paralela que sigue abierta: la del director que Spielberg quiso rescatar. Pese a que tal vez no sea tarde, dependerá de Vin Diesel que el error que le señaló el director aún pueda corregirse.