Cuando hablamos de ciencia ficción ochentera con letras grandes, dos títulos siempre saltan a la mente: Terminator y Aliens: El regreso. Ambas son explosivas, intensas, futuristas, aterradoras y, por si fuera poco, dirigidas por James Cameron, el mismo que después nos hizo llorar con Titanic y luego los seres azules del mundo de Avatar. Tanto Aliens como Terminator son películas que definieron una era, fueron éxitos en taquilla y dejaron frases tan legendarias como "I’ll be back" y "Get away from her, you b***h!".
Pero en medio de todo este boom de cyborgs asesinos y criaturas del espacio, alguien en Italia pensó qué pasaría si se combinaran las dos legendarias cintas y se hiciera algo igual o más épico. Desafortunadamente, siendo un proyecto tan ambicioso, el resultado terminó siendo un completo desastre. De ser una película que prometía mezclar el cine de acción y horror de forma heroica, terminó siendo una cosa extraña olvidada que pocos recuerdan.
Se trata de Shocking Dark, una cinta que llegó en 1989, mucho antes de que existiera el concepto de combinar grandes obras en una misma. Esta producción de origen italiano fue pensada como una mezcla de Aliens con un toque de Terminator, tanto así que su título original era "Terminator II", aunque no tenía nada que ver con Skynet ni con James Cameron. Lo más curtioso de todo es que Shocking Dark se estrenó dos años antes de Terminator 2: El día del juicio final.
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La idea original era aprovechar la popularidad de ambas sagas para crear algo "nuevo", pero en vez de innovación, lo que se creó fue una especie de Frankenstein del cine. El guion copiaba prácticamente plano por plano de las escenas de Aliens, mientras que también tenía un personaje robótico que en lugar de dar miedo daba risa.
La trama se ubica en una Venecia del futuro, un lugar abandonado y contaminado, donde un grupo de soldados de élite es enviado a investigar un complejo subterráneo propiedad de la misteriosa compañía Tubular Corporation. Si suena familia es porque Shocking Dark copia descaradamente el argumento de Aliens, con una protagonista peculiar, una niña asustada, pasillos oscuros llenos de peligros y un androide que les traicionará.
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Pero no sólo imitó la historia, también copió la estética, los trajes, la música tensa, e incluso los efectos especiales que parecían sacados de una obra con presupuesto limitado. Cada plano y escena en en Shocking Dark es un recordatorio de que no todo lo que brilla es oro, y que no basta con emular lo que funcionó para lograr el mismo impacto.