Una de las películas de terror más inquietantes del año está marcando un nuevo capítulo en la carrera de Nicolas Cage, bajo la dirección de Osgood Perkins, adentrándose en el territorio del horror psicológico con una historia oscura, cargada de símbolos ocultistas y una atmósfera densa que no da respiro a la paz. Y es que con más que sustos tradicionales, la película propone un descenso lento e incómodo hacia lo siniestro.
La historia se desarrolla en Oregon durante los años noventa donde Lee Harker, una joven agente del FBI interpretada por Maika Monroe, se une a un caso no resuelto sobre una serie de asesinatos familiares con signos satánicos, firmados por un asesino conocido como Longlegs. Pero a medida que avanza en la investigación, Lee comienza a notar que su vida podría estar más conectada a esos crímenes de lo que imagina, haciendo que lo que comience como una búsqueda profesional, se convierta en una confrontación personal con el mal.
Neon
Y como uno de los mayores atractivos de la cinta es el trabajo actoral de Nicolas Cage, quien interpreta a Longlegs con una transformación física impactante al mostrarse pálido, ambiguo, y con una apariencia entre lo espectral y lo perturbador, su actuación fue descrita como una de las más escalofriantes de su carrera.
Sin caer en la exageración ni lo grotesco, Cage logra transmitir una presencia verdaderamente inquietante, incluso cuando apenas aparece en pantalla. Visualmente la película se destaca por su estilo cuidado y opresivo, mientras que la fotografía fría, los encuadres cerrados y el uso del sonido crean una sensación constante de amenaza. Perkins, por su parte, logra un equilibrio entre el terror estético y el emocional, evocando influencias de directores como David Lynch o Ari Aster, dándonos escenas cargadas de simbolismo en un ritmo lento que funciona a favor del misterio, y no en su contra.
Neon
Aunque la narrativa puede parecer difusa en algunos momentos, Longlegs no busca ofrecer respuestas fáciles siendo más una experiencia sensorial y emocional que una historia con cierre tradicional. Por eso ha generado opiniones divididas en las que mientras algunos la consideran una obra maestra del nuevo terror; otros ven en ella una propuesta demasiado abstracta que no te deja indiferente.
Con una recepción crítica positiva, y un buen desempeño en taquilla para una película independiente, Longlegs confirma que el terror sigue siendo un género capaz de innovar, incomodarnos y también fascinarnos al demostrarnos que el verdadero horror no siempre grita sino que, a veces, simplemente susurra.