En el mundo del cine hay películas que aparecen de la nada, sin muchas expectativas, y de pronto lo cambian todo. No sólo se ganan el aplauso de la crítica y todos los premios, sino que también se meten en el corazón del público. Ejemplos recientes sobran: Anora, con su crudeza emocional, Todo en todas partes al mismo tiempo, que nos voló la cabeza con su multiverso caótico, o incluso La sustancia, esa historia que mezcla terror, sátira y a Demi Moore en su mejor papel. Todas estas películas, además de ser diferentes y únicas, si tienen algo en común es que se atrevieron a salirse del molde.
Pero mucho antes de estas joyas de la década del 2020, hubo una película que rompió esquemas, sacudió conciencias y se convirtió en un parteaguas para Hollywood. Esta historia fue valiente e intensa, pero para sorpresa de muchos, casi no se hace. Y la razón es que nadie quería protagonizarla. Grandes nombres, como los Brad Pitt y Leonardo DiCaprio, fueron considerados para los papeles principales, pero decidieron decir que no a una cinta que hoy es un ícono del séptimo arte.
La película en cuestión es nada más y nada menos que Secreto en la montaña. Dirigida por Ang Lee, esta es una de las cintas más conmovedoras y poderosas de los últimos tiempos. Y aunque ganó tres Premios Oscar, incluido Mejor director, Guion adaptado y Música original, la cinta perdió el de Mejor película frente a Crash. Sin embargo, hoy, a 20 años de haberse estrenado en la gran pantalla, mayoría coincide en que Secreto en la montaña debió haber sido la gran ganadora de esa noche.
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Secreto en la montaña cuenta la historia de Ennis del Mar y Jack Twist, interpretados respectivamente por Heath Ledger y Jake Gyllenhaal, dos vaqueros que desarrollan una relación romántica y muy complicada mientras trabajan juntos en las montañas de Wyoming. La historia tiene lugar en los años 60, una época en la que las relaciones entre personas del mismo sexo estaban rodeadas de mucho odio y rechazo. Pero más allá de ser un relato de romance, Secreto en la montaña es un retrato profundo sobre la represión, la soledad, la masculinidad y todo lo que se guarda en silencio.
Antes de llegar al elenco Ledger y Gyllenhaal, los productores soñaban con juntar a dos de los actores más populares del momento: Brad y Leo. Ambos ya eran figuras enormes en la industria, con presencia, talento y millones de fans. Pero, según reveló Gus Van Sant, el primer director en aceptar el proyecto en una entrevista a Variety en 2018: "Nadie quería hacer la película. Leonardo DiCaprio, Brad Pitt , Matt Damon y Ryan Phillippe, todos dijeron que no".
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Lo irónico es que, al final, la película no sólo fue un éxito rotundo, sino que se convirtió en una obra maestra del cine moderno. Pero más allá de los premios, lo que hace especial a esta cinta es la forma en que se adelantó a su tiempo. En una industria que aún dudaba en representar historias LGBTQ+ con seriedad y profundidad, Ang Lee se atrevió a mostrar una historia íntima, sin caer en clichés ni caricaturas.
