Los seguidores de los superhéroes marcando en el calendario para el estreno de Los Cuatro Fantásticos: Primeros pasos. Pedro Pascal, Vanessa Kirby, Joseph Quinn y Ebon Moss-Bachrach están por llegar para sacudir el Universo Cinematográfico de Marvel. Todo apunta a que será el inicio de una nueva era con más explosiones, más multiversos, y por supuesto más teorías de fanáticos que no se pierden ni un detalle. Pero, mientras todos se preparan para lo que viene, es imposible no pensar en Avengers: Endgame, aquella joya de Marvel que para muchos sigue siendo la mejor cinta de la franquicia hasta el momento.
Durante más de seis años, Avengers: Endgame ha sido considerada como el estándar dorado del UCM, tanto en términos taquilleros como en cuestión de aportación narrativa a la saga de superhéroes. La película en la que decenas de íconos de Marvel viajaron por el tiempo y el espacio para encontrar la forma de vencer al temible Thanos, dejó sin palabras a los fanáticos, sobre todo, con un desenlace que dejó ir al Capitán América de Chris Evans y al Iron Man de Robert Downey Jr.
Pero, a pesar de su impacto y su poder de mercadotencia, hubo una cinta que llegó y le quitó la gran corona. No fue otra película de trajes y gadgets, sino una historia repleta acción pura, con un protagonista que no necesita capa porque con cualquier objeto puede desatar el caos: John Wick 3: Parabellum. En su estreno en 2019, esta entrega no sólo nos dejó boquiabiertos a todos con sus coreografías impecables y su elegancia brutal, sino que también hizo lo impensable: le arrebató el primer lugar en taquilla en Estados Unidos a Avengers: Endgame.
Martial Journal
En su debut, John Wick 3 recaudó nada menos que 57 millones de dólares solo en Estados Unidos y Canadá. Los resultados financieros de la cinta con Keanu Reeves empujaron a que Endgame bajara un par de lugares, llegando al puesto número cuatro. Por supuesto, este momento quedó grabado en los libros de historia del cine del cine, demostrando que incluso Thor, Black Widow y compañía no tienen cuando están frente al mercenario interpretado por Keanu Reeves.
Lo curioso es que cuando apareció John Wick en 2014, la cinta arrancó como una película pequeña e independiente, casi de culto. En ese tiempo, muchos no sabían quién era Baba Yaga pero el público se enamoró de ese estilo serio, silencioso y tan mortal que sólo Reeves puede lograr. Con cada entrega, la saga subió de nivel, y si el segundo capítulo fue sólido, el tercero simplemente fue una explosión cinematográfica.
The Hollywood Reporter
John Wick 3 trajo de vuelta todo lo que el público de la franquicia, pero potenciado. Aunque quien realmente hizo que la audiencia se lanzara en masa a los cines fue el cariasma de Keanu. El actor se ha ganado un lugar en el corazón del público por su humildad, su historia personal, y su habilidad para convertir una simple venganza en una franquicia multimillonaria.