Netflix sigue incorporando en su catálogo varias películas y series basadas en hechos reales que han conmovido a la audiencia por sus historias humanas e inspiradoras. Ejemplos de ello incluyen Pelé: El nacimiento de una leyenda, que narra la vida del ícono brasileño del fútbol; El juego de la fortuna, protagonizada por Brad Pitt y centrada en un innovador enfoque estadístico en el béisbol; y Jugada de rey, que muestra cómo el ajedrez cambió la vida de jóvenes marginados en Washington D.C.
Pero ahora, gracias a un exitoso estreno de 2024, se suma a esta lista El juego bonito como un emotivo drama deportivo británico que llegó a Netflix hace unos años, y está basado en una historia real profundamente conmovedora.
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Dirigida por Thea Sharrock y escrita por Frank Cottrell-Boyce, El juego bonito está inspirada en la Copa Mundial de Fútbol Callejero (Homeless World Cup), que es un torneo internacional que reúne a personas en situación de calle de distintos países para participar en un campeonato de fútbol que va más allá del deporte buscando reintegrar, sanar y visibilizar a esta población. Así, la película sigue a un equipo de Inglaterra conformado por jugadores sin hogar, liderados por su entrenador Mal (interpretado por Bill Nighy), que viaja a Roma para representar a su país en esta competencia.
A última hora se une Vinny (Micheal Ward), quien es un joven talentoso pero emocionalmente cerrado, y que deberá enfrentar sus propios miedos y heridas del pasado para formar parte real del equipo.
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El reparto incluye también a Susan Wokoma, Valeria Golino y Callum Scott Howells, quienes aportan una gran dosis de calidez y humanidad a la trama, dándole una duración de aproximadamente dos horas. En ellas, la película combina momentos de humor, emoción y esperanza, sin caer en el dramatismo excesivo ni la condescendencia. La crítica ha sido favorable dándole en sitios como Rotten Tomatoes una aprobación del 87 %, y en medios como Variety y The New York Times destacándose por su mensaje optimista y su capacidad inspiradora.
Y es que si bien algunos señalan que sigue ciertos patrones clásicos de películas deportivas, la historia real que la respalda le da una profundidad única.
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Por lo tanto, El juego bonito no solo pone sobre la mesa la dureza de vivir en las calles, sino también el poder transformador del deporte, la importancia de la segunda oportunidad y el valor de la comunidad para transformar una vida.
Además, la cinta es una propuesta que invita a mirar con empatía a quienes suelen permanecer invisibles, y a creer que el fútbol —como cualquier pasión compartida— puede ser un camino hacia la redención, la esperanza y la dignidad. ¡No te la pierdas en streaming!