En 1960, el cine mexicano vivió un momento histórico con el estreno de una cinta dirigida por Roberto Gavaldón y protagonizada por Ignacio López Tarso, basada en un cuento del escritor alemán B. Traven. La cinta marcó un antes y un después en la historia del séptimo arte nacional, y se destacó no solo por su propuesta estética y narrativa, sino porque fue la primera película mexicana nominada al Oscar en la categoría de Mejor película extranjera.
La historia se sitúa en el México colonial y sigue los pasos de Macario, un campesino pobre y hambriento que solo desea poder comerse un guajolote entero él solo, sin compartirlo con nadie. Esta obsesión lo lleva a un encuentro sobrenatural con tres figuras simbólicas: el Diablo, Dios y la Muerte, siendo solo con esta última quien decide compartir su comida, pero dicha decisión desencadenará un pacto misterioso y repleto de sucesos tan extraños que transformarán para siempre la vida Macario.
Pero entre otras cosas hay que señalar que la cinta no solo destacó por su poderosa trama de tintes filosóficos y espirituales, sino también por su cuidadosa puesta en escena llevándonos entre lo mágico y lo terrenal a lo largo de toda su duración.
Aquí, el grandioso trabajo del fotógrafo Gabriel Figueroa quedó más que expuesto, construyendo una atmósfera inquietante donde los paisajes bien parecen ser grabados antiguos, y la presencia constante de la muerte le da un tono profundamente existencialista a la producción.
Vix+
Bajo el título de Macario, la película fue recibida con gran entusiasmo por la crítica internacional, y participó en el Festival de Cannes además de ser la candidata oficial de México al Oscar. Con esto abrió camino para futuras producciones nacionales en escenarios globales, mientras que la actuación de Ignacio López Tarso como el protagonista también fue ampliamente elogiada, quedando grabada como una de las muestras más icónicas del talento actoral en el cine mexicano.
Y por otra parte, la película sirvió como base para el imaginario colectivo tanto de nuevos cineastas como de artistas visuales, quienes retoman entre tantas cosas su fotografía, diseño y producción para enlazar temas universales como la pobreza, la fe, el hambre, la justicia, y la inevitabilidad de la muerte a miles de formatos.
Vix+
Ahora bien, al convertirse en una obra que trasciende el tiempo -y sigue resonando en nuevas generaciones por su hondura simbólica y poética- no cabe duda que por qué Macario es considerada una joya del cine de oro mexicano y un clásico que cambió la vida de sus protagonistas.
También es una cinta que transformó la percepción del cine, y revolucionó el lenguaje cinematográfico para siempre, por lo que te recomendamos conocerla -si es que no la has visto- o volver a disfrutarla -si es que ya la conoces- esta misma tarde a través de VIX+.