Pamela Anderson fue, durante la década de los 90 y principios de los 2000, una de las figuras más mediáticas de la cultura pop. Su fama alcanzó su punto más alto gracias a su participación en la icónica serie Guardianes de la bahía, donde interpretó a la inolvidable CJ Parker, y a su presencia constante en la televisión y el cine. Además de su faceta como actriz, también se convirtió en símbolo de una época marcada por la fascinación de los medios con su vida privada, que la llevó a ser protagonista involuntaria de escándalos y titulares sensacionalistas.
Con el tiempo, Anderson logró diversificar su carrera y demostrar su talento en otros proyectos. Participó en películas como Showgirls de Paul Verhoeven y en reality shows, además de involucrarse en causas filantrópicas. En años recientes, su aparición en The Last Showgirl, dirigida por Gia Coppola, marcó un antes y un después: su interpretación dramática le valió reconocimiento crítico y la puso de nuevo en el radar de Hollywood, impulsando lo que muchos consideran una justa reivindicación de su trayectoria.
La película que convirtió a Pamela Anderson en cómplice del humor más irreverente
Su regreso al primer plano de la industria se consolida ahora con su participación en la nueva entrega de ¿Y dónde está el policía?, donde comparte créditos con Liam Neeson en un filme que busca revivir el humor absurdo de la saga original. En esta cinta, que ya puedes disfrutar en Cinépolis y Cinemex, Anderson toma el lugar que en su momento ocupó Priscilla Presley, demostrando que sigue siendo capaz de brillar en comedias irreverentes y alocadas. Sin embargo, no es la primera vez que se involucra en este tipo de humor: casi dos décadas atrás, fue pieza clave de una de las comedias más controvertidas y exitosas del siglo XXI.
Paramount Pictures
Estrenada en 2006, Borat revolucionó la comedia contemporánea con su estilo de falso documental. Dirigida por Larry Charles y protagonizada por Sacha Baron Cohen, la película seguía al reportero kazajo Borat Sagdiyev en su viaje por Estados Unidos, con situaciones que mezclaban ficción y realidad para exhibir los prejuicios y absurdos de la sociedad norteamericana de la era de George W. Bush. Entre las múltiples víctimas de sus bromas, Pamela Anderson se convirtió en el eje central del delirio romántico del personaje.
En la trama, Borat se obsesiona con Anderson tras verla en Guardianes de la bahía y decide que debe casarse con ella, lo que desencadena una serie de situaciones cómicas y cada vez más incómodas. La secuencia más recordada es la del secuestro en un evento de firma de autógrafos, donde el personaje de Cohen intenta raptarla metiéndola en un saco en plena tienda, una escena que se volvió icónica por su audacia y por la reacción de los presentes que desconocían la broma.
Dune Entertainment
Lo notable es que Anderson estaba completamente al tanto de la dinámica de la película y aceptó participar de forma activa, demostrando un agudo sentido del humor sobre su propia imagen pública. Larry Charles reveló que la actriz se mostró “extremadamente buena para la comedia” y que comprendió perfectamente que la exageración de su estatus de símbolo sexual era parte del chiste. Para la actriz, la obsesión de Borat con ella era incluso “un gran cumplido”.
El rodaje, sin embargo, no estuvo exento de complicaciones personales. Anderson mantuvo su participación en secreto, al punto de no contárselo a Kid Rock, su pareja en ese entonces. Según relata en sus memorias, la proyección de la película derivó en una fuerte discusión con el músico, quien la insultó y reaccionó con furia, lo que aceleró el final de su relación.
Con Borat, que puedes ver en Disney+, Pamela Anderson dejó claro que sabía reírse de sí misma y que estaba dispuesta a jugar con la percepción pública que la había encasillado durante años. Su participación en esta comedia demostró que detrás del mito mediático existía una artista consciente, con instinto para el humor y la ironía, una faceta que ahora retoma con fuerza en su nueva etapa profesional.