Merlina se ha convertido en uno de los fenómenos más exitosos de Netflix, reviviendo además el universo de la Familia Addams con un enfoque moderno, gótico y profundamente emocional. Bajo la producción ejecutiva y dirección ocasional de Tim Burton, la serie ya logró capturar la atención de millones de espectadores con su estética sombría, su humor negro y sus personajes llenos de capas psicológicas bastante densas.
Por lo tanto, no es de sorprendernos que la producción haya sido considerada ya un clásico del terror soft, así como de títulos que profundizan en temas como la muerte y el más allá. Con este trasfondo es fácil ubicar a la serie junto a otros títulos de cine y T.V. como The end of the f***cking World, Stranger Things, El mundo oculto de Sabrina o Sandmand, pero también con películas de directores como Guillermo del Toro o M. Night Shyamalan.
Y en medio del revuelo por su segunda temporada, uno de los grandes aciertos más celebrados fue la incorporación de Haley Joel Osment, el actor que saltó a la fama mundial por su papel en El sexto sentido -de, precisamente M. Night Shyamalan- donde pronunció la ya legendaria frase "veo gente muerta", entregando así su personaje a la lista de niños y adolescentes con dones fuera de lo normal, pero que resultan lo suficientemente oscuros como para generar fascinación.
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Dentro de Merlina, Osment regresa al terreno del terror pero desde una nueva y perturbadora perspectiva, donde en el primer episodio de la nueva temporada de la serie da vida a "El Revendedor de Kansas City", que es un asesino serial con una oscura obsesión: coleccionar muñecas antiguas y reconstruirlas con restos humanos de sus víctimas.
Su personaje, aunque aparece brevemente, sirve como un recibimiento atroz para ponernos en sintonía con lo que veremos a lo largo de la serie, y pese a tener solo unos cuantos minutos en pantalla, logra crear una atmósfera densa, macabra y profundamente inquietante, elevando el tono siniestro de la serie gracias a la perturbadora actuación de Osment.
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Además este asesino no solo representa un nuevo nivel de amenaza en el universo de Merlina, sino que también funciona como un símbolo de la dualidad entre lo inocente y lo monstruoso, trayendo sin gran esfuerzo un tema recurrente en la narrativa de Burton al primer encuentro con sus fans, tras una larga espera por esta temporada.
Y por si fuera poco, su colección de muñecas macabras -cuidadosamente dispuestas en vitrinas y diseñadas en la sintonía visual de Merlina- añade un elemento visual que te impactará desde el primer instante, evocando el horror psicológico que tanto caracteriza al director y a Los Addams. Así es que para no quitarte más el tiempo, te recomendamos dirigirte a Netflix y disfrutar de este espeluznante estreno que ya incendió al streaming. ¡No te lo pierdas!