Desde su papel en Secreto en la montaña hasta su icónica encarnación del Joker en El caballero de la noche, Heath Ledger demostró talento y compromiso que lo convirtieron en uno de los actores más recordados de su generación. Su capacidad para dotar de profundidad emocional y complejidad a cada personaje hizo que incluso en proyectos menos convencionales, su presencia fuera magnética. Uno de esos proyectos fue The Imaginarium of Doctor Parnassus, la última película que rodó antes de su prematura muerte.
La película, dirigida por Terry Gilliam, cuenta la historia de un misterioso y melancólico espectáculo ambulante liderado por el inmortal Doctor Parnassus, interpretado por Christopher Plummer. Dentro de su posesión se encuentra un armario mágico que conduce a un mundo onírico donde los deseos y miedos se materializan. Ledger daba vida a Tony, un joven carismático que se une a la troupe y promete revitalizar el espectáculo, atrayendo la atención de damas adineradas dispuestas a financiar la función.
Por este motivo Tom Cruise no pudo trabajar en la última película de Heath Ledger
El rodaje, sin embargo, se vio marcado por una tragedia. Ledger falleció antes de completar todas sus escenas, dejando a Gilliam con un desafío creativo de enormes proporciones. En lugar de cancelar el proyecto, el director junto con el guionista Charles McKeown idearon un giro narrativo: cada vez que Tony entraba en el Imaginarium, su apariencia cambiaba, permitiendo que otros actores interpretaran sus distintas versiones. Así, Jude Law, Johnny Depp y Colin Farrell asumieron el reto, rindiendo homenaje a su compañero y preservando su última actuación para la posteridad.
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En medio de este proceso de reestructuración, surgió un inesperado ofrecimiento. Según reportó Collider en 2009, Tom Cruise, gran admirador de Ledger, mostró interés en interpretar una de las versiones del personaje. No obstante, Gilliam rechazó la propuesta, argumentando que solo quería involucrar a personas que fueran amigas personales de Ledger. Para él, la prioridad era mantener el proyecto dentro de un círculo íntimo, casi familiar, como muestra de respeto hacia el actor fallecido.
Gilliam, conocido por Monty Python and the Holy Grail y 12 monos, explicó que nunca tuvo contacto directo con Cruise; el interés llegó a través de sus representantes. De haber existido un acercamiento personal, quizá la respuesta habría sido distinta, pero su decisión fue firme. Para el director, el tributo a Ledger debía ser genuino y no condicionado por el peso mediático de una estrella de Hollywood que no había compartido una amistad real con el actor.
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Aunque Gilliam no lo expresó abiertamente, muchos consideran que su negativa también pudo estar motivada por el temor de que la presencia de Cruise eclipsara el que sería el último trabajo de Ledger. Incorporar al actor de Top Gun y Misión: Imposible podía desviar el foco de atención hacia él, alterando el espíritu de homenaje que guiaba el proyecto. También es posible que las exigencias salariales o de control creativo de Cruise hubieran chocado con la visión del director, conocido por su independencia artística.