En 1990, el western volvió a brillar gracias a un proyecto que sorprendió a todo el mundo: Bailando con lobos. Dirigida y protagonizada por Kevin Costner, la cinta no sólo fue un éxito en taquilla, sino que también arrasó en los premios, llevándose siete Oscar, incluido el de Mejor Película. Su retrato de la vida en las Grandes Llanuras y la relación del protagonista con una tribu sioux se convirtió en un referente moderno del género.
Costner dejó claro con esta película que tenía un don especial para el western, algo que años después reafirmaría en la televisión con Yellowstone y, más recientemente, en su ambicioso proyecto cinematográfico Horizon: An American Saga - Capítulo 1. Lo cierto es que durante más de dos décadas, Bailando con lobos se mantuvo como el ideal dentro del cine de vaqueros, con una historia capaz de emocionar tanto como de cautivar visualmente.
Pero como en cualquier reino cinematográfico, tarde o temprano aparece un nuevo vencedor. Y ese momento llegó hace 13 años, cuando un director conocido por su estilo irreverente, diálogos afilados y violencia estética decidió poner un pie en el mundo del western y arrasó. Fue en 2012, cuando Quentin Tarantino estrenó Django Desencadenado, y con ella cambió por completo las reglas del juego.
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El cineasta tomó elementos del spaghetti western, los mezcló con su característico humor negro y añadió una historia de venganza que atrapó al público de principio a fin. El resultado sólo solo fue un éxito crítico, sino que se convirtió en la película western más taquillera de todos los tiempos, superando el récord que Kevin Costner había mantenido por más de 20 años.
La cinta recaudó más de 425 millones de dólares en todo el mundo, algo impresionante para un género que no siempre garantiza grandes cifras en taquilla. Tarantino demostró que, si se sabe combinar acción, drama, humor y un elenco de primera, el western todavía puede conquistar a las audiencias modernas.
UN ELENCO DE LUJO Y UNA TRAMA EXPLOSIVA
Django Desencadenado contó con un reparto espectacular encabezado por Jamie Foxx, Christoph Waltz, Leonardo DiCaprio, Kerry Washington y Samuel L. Jackson. La historia se ubica el año de 1858 y presenta al Dr. King Schulz (Waltz), quien trabaja como cazarrecompensas en el viejo oeste. Él está tras los hermanos Britle dos sujetos cuyas cabezas tienen un alto precio, pero a quienes jamás ha visto.
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El hombre decide buscar a Django (Foxx), un hombre de color a quienes los Britle le robaron a su mujer para venderla a Calvin Candie, el adinerado dueño de una plantación en el estado de Mississippi. Si Django le ayuda a reconocer a identificar a los Britle para cobrar su recompensa, él lo acompañará a la plantación para enfrentar a Candie y rescatar a su mujer.
Más allá de la espectacularidad visual, la película destaca por la química entre sus actores y los diálogos ingeniosos que solo Tarantino sabe escribir. Christoph Waltz, en particular, se llevó el Oscar a Mejor Actor de Reparto por su papel de Dr. King Schultz, consolidando una colaboración con Tarantino que ya había dado frutos en Bastardos sin gloria.
A más de una década de su estreno, Django Desencadenado sigue siendo referencia obligada cuando se habla de westerns modernos. Y aunque Kevin Costner sigue siendo una figura central del género, sobre todo con sus proyectos actuales, el récord de Tarantino permanece intacto.
