Disney+ y Prime Video: Brad Pitt rechazó esta ambiciosa película de ciencia ficción y esto le cambió la vida a su nuevo protagonista
Luis Fernando Galván
Interesado en las religiones del mundo y especialista en arte sacro medieval, mis géneros favoritos son las épicas de fantasía al estilo 'El señor de los anillos', 'Valhalla Rising' y 'El caballero verde', así como el terror religioso de 'El exorcista', 'Saint Maud' y '30 monedas'.

Una superproducción de ciencia ficción estuvo a punto de ser protagonizada por Brad Pitt, pero su salida cambió por completo el rumbo del proyecto y abrió la puerta para que otro actor viviera uno de los papeles más desafiantes de su carrera.

Darren Aronofsky es uno de los directores más singulares de Hollywood. Su cine es, para muchos, un territorio donde lo sublime y lo polémico coexisten sin pedir disculpas. Desde la crudeza visual y emocional de Réquiem por un sueño hasta la intimidad desgarradora de La ballena, su filmografía explora los límites narrativos y estéticos del medio. Su estilo, caracterizado por una fotografía minuciosa, montajes rítmicos y un acercamiento casi obsesivo a la psicología de sus personajes, ha cosechado tanto aplausos como críticas encendidas.

A lo largo de su carrera, Aronofsky ha coqueteado con proyectos ambiciosos que, incluso antes de rodarse, ya levantaban expectación. Algunos quedaron en el camino, como los rumores de su implicación en reboots de RoboCop o Batman. Sin embargo, uno de sus trabajos más emblemáticos y complicados de llevar a la pantalla es La fuente de la vida, una obra que combina romance, ciencia ficción y fantasía para contar una ambiciosa historia sobre el amor, la muerte y la inmortalidad.

La fuente de la vida
La fuente de la vida
Fecha de estreno 9 de marzo de 2007 | 1h 36min
Dirigida por Darren Aronofsky
Con Hugh Jackman, Rachel Weisz, Ellen Burstyn
Medios
2,6
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2,9
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El complicado camino de ‘La fuente de la vida’ tras la renuncia de su estrella

La génesis de La fuente de la vida se remonta al año 2000, tras el éxito de Réquiem por un sueño. Aronofsky logró asegurar un gran presupuesto y la participación de Brad Pitt y Cate Blanchett como protagonistas. El proyecto se anunció como una superproducción de 70 millones de dólares que atravesaría siglos y fusionaría relatos históricos, presentes y futuros. Sin embargo, durante la preproducción, Pitt solicitó reescrituras del guion que el director no pudo entregar a tiempo. Su salida, a solo semanas de comenzar el rodaje, dejó al equipo y a más de mil trabajadores en Australia sin empleo, generando incluso una carta abierta de protesta por parte de la producción.

Warner Bros.

Warner Bros. canceló el rodaje y llegó a subastar utilería del proyecto. Blanchett también se desvinculó, y parecía que el sueño había terminado. Sin embargo, el productor Eric Watson logró financiación de Regency, esta vez con un presupuesto reducido a 35 millones de dólares. Aronofsky encontró en Hugh Jackman al actor capaz de interpretar tres versiones distintas de un mismo hombre, después de verlo en la obra de Broadway, The Boy from Oz. Rachel Weisz, pareja del director en ese momento, se sumó al elenco, aunque inicialmente él dudaba en ofrecerle el papel.

En La fuente de la vida, Jackman interpreta a Tommy Creo, un científico obsesionado con salvar a su esposa Izzi (Weisz) de un tumor cerebral; a Tomás, un conquistador del siglo XVI que busca la Fuente de la Juventud para su reina Isabel; y a un viajero del siglo XXVI que surca el espacio junto a un misterioso árbol. Tres relatos, tres épocas y un mismo núcleo temático: el amor que desafía el tiempo y la muerte. La narrativa, entrelazada con elegancia mediante cortes visuales y paralelismos, crea la sensación de una sola historia desplegada a través de los siglos.

Warner Bros.

Estrenada en 2006, La fuente de la vida recibió críticas divididas y fue un fracaso de taquilla, recaudando poco más de 15 millones de dólares frente a su presupuesto. Muchos la consideraron demasiado abstracta, mientras que otros elogiaron su ambición poética y su sensibilidad. Con el paso del tiempo, ha ganado estatus de culto, encontrando una audiencia que conecta con su melancolía visual y su centro emocional.

Hoy, disponible en Disney+ y Prime Video, la película del también director de El cisne negro y ¡Madre! puede redescubrirse sin las expectativas que la rodearon en su accidentada producción. Lo que alguna vez fue un proyecto marcado por renuncias, recortes y riesgos creativos, es ahora una de las obras más personales y emotivas de Aronofsky.

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