Gore Verbinski es un cineasta que marcó un antes y un después en el cine de aventuras gracias a su papel como director de la trilogía original de Piratas del Caribe. Su estilo visual, sentido del espectáculo y capacidad para crear personajes memorables, incluyendo Jack Sparrow (Johnny Depp), lo convirtieron en uno de los realizadores más reconocidos de Hollywood durante los años 2000.
Sin embargo, su trayectoria no se limita a mares embrujados ni tesoros escondidos. Verbinski ha explorado distintos géneros con resultados notables: desde la comedia (Un ratoncito duro de roer) hasta el western (Rango), pasando por el terror psicológico con The Ring, la versión norteamericana del icónico filme j-horror. Y entre esos proyectos menos recordados, se encuentra una película inquietante que, a pesar de su ambición, fue olvidada demasiado rápido.
La película de terror psicológico que merece una segunda oportunidad en Netflix
Estrenada en 2016, La cura siniestra es un thriller psicológico con tintes de horror gótico que mezcla misterio, ciencia ficción y un deslumbrante apartado visual. La historia sigue a Lockhart (Dane DeHaan), un joven ejecutivo que viaja a un spa remoto en los Alpes suizos para traer de vuelta a su jefe desaparecido. Lo que parece un retiro de bienestar pronto se transforma en una pesadilla llena de secretos, conspiraciones y experimentos siniestros.
New Regency Productions
El lugar está bajo el control del doctor Volmer, interpretado por Jason Isaacs, un personaje enigmático que pasa de ser un supuesto benefactor a revelarse como un villano escalofriante, obsesionado con la vida eterna. Su personalidad monstruosa y sus experimentos recuerdan a figuras clásicas del terror como Frankenstein, Drácula o el Fantasma de la Ópera, lo que convierte a la película en un homenaje directo a los monstruos inmortales del cine de Universal.
Dentro de este entorno enfermizo aparece Hannah (Mia Goth), una joven etérea que deambula por el sanatorio como un espectro. Su presencia resulta tan enigmática como perturbadora, y pronto se convierte en la clave del misterio. Con esta interpretación, Goth anticipaba el lugar que ocuparía años después como una de las grandes “reinas del grito” del cine contemporáneo gracias a filmes como Suspiria, X, MaXXXine o Infinity Pool.
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Más allá de su trama retorcida y sus personajes inquietantes, La cura siniestra deslumbra por su apartado visual. El director de fotografía Bojan Bazelli juega con contrastes que van desde la luz pura de los Alpes hasta los tonos verdes y grisáceos de las mazmorras subterráneas, creando una atmósfera de belleza y repulsión al mismo tiempo. Verbinski logra que cada plano sea hipnótico, incluso cuando lo que ocurre en pantalla resulta grotesco.
Hoy, disponible en Netflix, La cura siniestra tiene la oportunidad de ser reevaluada. Vista con distancia, se aprecia como una obra de horror única: visualmente impactante, repleta de atmósfera y con un espíritu reverente hacia los clásicos del género. Quizás fue incomprendida en su momento, pero el tiempo y las plataformas de streaming le han dado una segunda vida, convirtiéndola en una experiencia imprescindible para los amantes del terror psicológico y el cine de autor.