Bring Her Back se ha convertido en una de las propuestas de terror más esperadas de este año, gracias a su atmósfera inquietante y a la crudeza visual de sus imágenes. Dirigida por Danny y Michael Philippou, la cinta causó un fuerte impacto en el público gracias a su estilo visceral y a la intensidad de las actuaciones, destacándose la del joven Jonar Wren Phillips entre el resto del eleneco.
A lo largo de su trama, vemos una serie de enfrentamientos con fuerzas perturbadoras ligadas a rituales oscuros y experiencias sobrenaturales, en las que un tono sombrío y un ritmo que va en aumento nos aleja de los sustos tradicionales, para buscar en lo grotesco y desesperante un terror que nos confronte de manera frontal.
Sony Pictures Releasing International
Jonar Wren Phillips; el joven artista que ya conquistó al género de terror
Y así es como llegamos a uno de los elementos clave de esta producción, en donde vemos a Jonar Wren Phillips, quien interpreta a Oliver y Connor Bird, protagonizar las secuencias más grotescas, espeluznantes y perturbadores de las últimas décadas.
Por lo tanto, durante una entrevista con Collider Interviews, el actor recibió elogios por su capacidad para transmitir dolor y angustia en pantalla, además de ser cuestionado por la impresionante escena en la que mastica un cuchillo.
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Según su explicación, esta escena fue la más complicada de rodar, pues requirió tanto de su entrega física como de un meticuloso trabajo técnico. Para la parte en la que su personaje parece masticar la herramienta, se utilizaron props cuidadosamente diseñados, mientras que el equipo de prostéticos creó un grupo de dientes magnéticos que se atoraban con el cuchillo, lo que daba la sensación de que realmente estaba incrustado en su boca.
La perfección grotesca en la escena más salvaje de 'Bring Her Back'
El detalle más sorprendente fue que, debido a que Phillips había perdido algunos dientes, los técnicos solo necesitaban arrancar los prostéticos, permitiendo que el cuchillo saliera de manera realista. A esto se sumó el uso de un maniquí réplica de su rostro, lo cual permitió realizar planos más explícitos sin poner en riesgo la integridad del actor.
El resultado final fue una de las escenas más asquerosas y grotescas de la película, aplaudida por su realismo y por el compromiso del actor. Además, para muchos fans del terror esta secuencia no solo marca un punto alto en Bring Her Back, sino que también confirma que la cinta busca colocarse como una referencia moderna dentro del género gracias a sus imágenes.