La más reciente sensación de Netflix llega desde Corea del Sur con un giro inesperado: una comedia romántica de ciencia ficción ambientada en la dinastía Joseon. Se trata de Bon appétit, majestad, también conocida como The Tyrant’s Chef en su título internacional, una serie que combina viajes en el tiempo, gastronomía y romance, conquistando rápidamente los listados globales del servicio de streaming.
La trama sigue a Yeon Ji-yeong, interpretada por Im Yoon-ah (King the Land), una joven chef del siglo XXI que, tras un accidente provocado por un eclipse y un misterioso texto antiguo, termina atrapada en la Corea del pasado. Allí se cruza con el rey Lee Heon, encarnado por Lee Chae-min (Hierarchy), un monarca inspirado en uno de los gobernantes más temidos y polémicos de la historia coreana.
La inspiración histórica detrás de ‘Bon appétit, majestad’ en Netflix
La historia de Bon appétit, majestad tiene su origen en la novela web Surviving as Yeonsangun’s Chef, escrita por Park Guk-jae. En ella, el personaje masculino corresponde directamente al rey Yeonsan, figura histórica célebre por su crueldad. Sin embargo, la versión televisiva ha optado por cambiar su nombre a Lee Heon, un movimiento narrativo que permite mayor libertad creativa y distancia respecto a los hechos reales.
La dinastía Joseon, que se extendió de 1392 a 1897, ha servido de escenario para numerosos dramas coreanos, desde producciones históricas como Jewel in the Palace hasta ficciones con tintes fantásticos como Kingdom. En este caso, Bon appétit, majestad se sitúa en una versión alternativa de los años finales del siglo XV e inicios del XVI, periodo en el que gobernó Yeonsan, uno de los reyes más controvertidos del país.
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Así transforma Netflix la crueldad histórica en romance en Joseon
La biografía del rey Yeonsan es una de las más oscuras de Joseon. Su madre, la depuesta reina Yun, fue ejecutada mediante envenenamiento, un hecho que marcó profundamente su carácter. Una vez en el trono, Yeonsan emprendió una sangrienta campaña de venganza contra quienes consideraba responsables de la muerte de su madre, consolidando una reputación de tirano implacable.
Durante su reinado, Yeonsan prohibió el uso del alfabeto Hangul, persiguió a los académicos que lo criticaban y ordenó brutales purgas contra la clase intelectual Sarim. Además, clausuró instituciones como la universidad Sungkyunkwan y convirtió espacios culturales en lugares de entretenimiento personal. Su gobierno también se caracterizó por la captura sistemática de mujeres de todo el reino para servir como cortesanas en palacio.
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Muchos de estos episodios históricos se reflejan de manera velada en Bon appétit, majestad. Aunque los guionistas suavizan al personaje de Lee Heon para darle matices románticos, las alusiones a la opresión, la violencia y los abusos de poder de la época son evidentes. La serie apuesta por un delicado equilibrio: usar los ecos de la historia real como telón de fondo, sin comprometer el tono ligero de la comedia romántica y el atractivo escapista de un romance imposible.