Cuando se habla de Martin Scorsese, se habla de la viva historia del cine. El director detrás de clásicos como Taxi Driver, Buenos muchachos, Pandillas de Nueva York y más recientemente, Los asesinos de la luna, ha construido una filmografía que atraviesa generaciones y estilos sin perder nunca su sello personal. Scorsese es uno de esos cineastas que, con cada nueva película, recuerda al mundo por qué sigue siendo considerado un maestro del séptimo arte.
El originario de Nueva York no sólo se distingue por lo que filma, sino también por lo que ve. Siendo un amante empedernido del cine en todas sus formas, Scorsese ha recomendado una infinidad de películas a lo largo de los años, desde grandes producciones de Hollywood hasta joyas escondidas del cine independiente. Y cuando él dice que una obra es especial, como una que dura siete horas, vale la pena prestarle atención.
Una película que desafía el tiempo
Estrenada en 1994, Satantango se ha convertido en sinónimo del cine radical. Su duración de más de 450 minutos podría asustar a cualquiera, pero esa es precisamente parte de la propuesta: una historia que se vive con calma, que exige paciencia y que recompensa a quien se atreve a entrar en su mundo. No por nada, Scorsese se refirió a la cinta de más de siete horas de duración como una de las experiencias más impresionantes que puede tener un amante del cine.
Vague Visages
Dirigida por el director húngaro Béla Tarr, película está basada en la novela del escritor László Krasznahorkai y sigue a un grupo de campesinos que sobreviven en un pueblo decadente tras la caída del régimen comunista en Hungría. Entre la pobreza y la desolación, regresa la figura de un supuesto líder que promete guiarlos hacia una vida mejor. Lo que parece un nuevo comienzo pronto se revela como un laberinto de manipulación, desesperanza y engaño.
Largos planos de secuencia, escenas que se estiran hasta el límite y una fotografía en blanco y negro que transmite pesadez, es lo que la hace diferente la narración de Satantango. Acompañado de una belleza hipnótica, Tarr no busca entretener en el sentido tradicional, sino sumergir al espectador en una experiencia casi física.
La recomendación del gran Scorsese
Para Scorsese, el cine es mucho más que historias rápidas y fáciles de digerir. Él ve el séptimo arte como una experiencia transformadora, capaz de cambiar la manera en la que entendemos el mundo. Al recomendar Satantango, el director estadounidense no está diciendo que sea una película ligera para un domingo por la tarde, sino que es una obra que vale la pena experimentar al menos una vez en la vida.
The Cinematheque
Y claro, no cualquiera se atreve a pasar siete horas frente a una pantalla. Incluso los cinéfilos más entregados suelen dividirla en varias sesiones para digerirla poco a poco. Pero quienes la han visto coinciden en que es una experiencia única. Con el paso de los años, Satantango se ha vuelto una referencia obligada en la historia del cine, y si lo dice Scorsese, es porque nadie debe perdérsela.
