Ethan Hawke es uno de los actores más versátiles, talentosos y admirados de Hollywood cuyo debut tuvo lugar en La sociedad de los poetas muertos junto a Robin Williams y Peter Weir, construyendo un legado fílmico de tres décadas y carrera repleta de personajes con gran profundidad emocional y una notable complejidad humana. Entre sus cintas más conocidas está la trilogía Antes del amanecer, Día de entrenamiento o Boyhood: momentos de una vida, además de incursionar como director y guionista en la industria, demostrando que su compromiso con el cine es altísimo.
Sin embargo, cuando recibió la propuesta para interpretar a "The Grabber" -que es el siniestro asesino en la película Teléfono Negro de Scott Derrickson- no estuvo convencido de aceptar el papel por lo que esto podría implicar para su carrera.
El reto actoral de 'Teléfono Negro' para Ethan Hawke
Universal Pictures
En una entrevista, el actor confesó que durante años evitó dar vida a villanos tan oscuros porque no quería quedar asociado con ese tipo de personajes. Le preocupaba la idea de mostrar un lado tan perturbador en escena, que el público pudiera comenzar a verlo de forma diferente incluso fuera de la pantalla.
Otro motivo que lo hizo dudar fue la naturaleza del personaje, ya que "The Grabber" es un secuestrador y asesino de niños, cuyo rol está cargado de una crueldad que, según Hawke, podría dejar una marca incómoda en su propio estado emocional. Por lo tanto, interpretar a alguien sin empatía ni piedad era algo que no tomaría a la ligera.
Siempre he tenido la teoría de que una vez que le enseñas al público a ver el demonio que llevas dentro, se quedan contigo el resto de su carrera. Jack Nicholson puede interpretar a un contador y tú sigues esperando a que explote como lo hizo en 'El Resplandor', pero me di cuenta de que tengo más de 50 años y es hora de añadir una nueva herramienta a mi elenco. Los villanos podrían ser mi futuro...
El éxito de Ethan Hawke como "The Grabber" en 'Teléfono Negro'
Universal Pictures
Aun así, el guion terminó convenciéndolo y al leer la historia completa comprendió que Teléfono Negro no era solo una película de terror, sino una historia sobre la fuerza, la inocencia y la forma en que los niños se colocan frente al mal. Dicho enfoque le dio sentido a su personaje dentro de una narrativa más amplia, en el que la oscuridad le sirvió para resaltar la luz de los protagonistas.
Otro factor decisivo fue su confianza en el director Scott Derrickson, con quien ya había trabajado en Sinister. Así supo que el cineasta no se limitaba a provocar miedo, sino a explorar la dimensión humana detrás del horror. Además, el reto técnico de actuar casi todo el tiempo con una máscara le resultó estimulante porque debía transmitir miedo sin recurrir al rostro, y utilizando solo con su voz y gestos. Con el estreno de Teléfono Negro 2, sus fans no pueden esperar a verlo de regreso al horror.