Uno de los universos carcelarios más impresionantes e innovadores de su generación está disponible en Netflix, retomando el impacto que causó el estreno de esta producción en 2009 bajo la dirección por Daniel Monzón. La producción, desarrollada por Vaca Films y estrenada en la plataforma en 2025, ofrece una versión más profunda y actualizada de la historia que consagró al cine español dentro del género del drama penitenciario. Esta vez, el formato seriado permite explorar con más detalle la complejidad de los personajes y las tensiones dentro del sistema carcelario.
La trama sigue a Juan Oliver, un funcionario de prisiones que, en su primer día de trabajo, queda atrapado en un motín y debe fingir ser un recluso para sobrevivir. Sin embargo, la serie amplía su mirada más allá del enfrentamiento entre Juan y el carismático líder preso Malamadre, mostrando las redes de corrupción, violencia institucional y las historias humanas detrás de toda fachada.
Una historia sobre la crudeza de la prisión
Netflix
La dirección está a cargo de Daniel Calparsoro, conocido por su trabajo en producciones como Cien años de perdón y Hasta el cielo. En cuanto a lo estético, tenemos una narrativa dinámica que busca atraer tanto a nuevos espectadores como a los fanáticos del filme original. La serie cuenta con Miguel Herrán, Luis Tosar y Patricia López Arnaiz en los papeles principales, logrando un elenco que equilibra experiencia y dinamismo en cada rol.
En entrevistas sobre la cinta, Calparsoro aseguró que el objetivo era "profundizar en los matices morales de los personajes y en el papel del Estado en la violencia carcelaria". Por su parte, Luis Tosar, quien retoma el papel de Malamadre, señaló que "volver a ese universo fue como reencontrarse con un fantasma del pasado".
'Celda 211': un drama presidiario que disfrutar en streaming
Netflix
La serie también destaca por su cuidada ambientación, ya que fue filmada en localizaciones reales del País Vasco y Galicia, recreando con realismo la vida dentro de una prisión y haciendo hincapié en la tensión diaria entre los presidiarios, las jerarquías entre reclusos y la delgada línea entre la justicia y la supervivencia en este habitad. En cuanto a la fotografía, esta es de tipo oscura y opresiva, reforzando la sensación de encierro y desesperanza que atraviesa cada episodio.
Además, esta serie no solo rinde un homenaje al filme original -ganador de ocho Premios Goya-, sino que renueva su mensaje sobre la deshumanización y la lucha por la dignidad dentro de los sistemas penitenciarios. No te la pierdas.