Hace apenas unas semanas Mike Flanagan llevó al cine La vida de Chuck, una historia de fantasmas profundamente conmovedora, pero no todos saben que antes de esa cinta el director ya tenía experiencia en ese campo. Varios años antes se encargó de una serie de terror disponible en el catálogo de Netflix que es capaz de asustar (un poco) y hacerte llorar al mismo tiempo.
Se llama La maldición de Bly Manor y es una miniserie con tan sólo nueve episodios que vale la pena como una historia de horror alternativa. Si el terror tradicional lleno de jumpscares y gritos en cada escena no es lo tuyo, entonces tal vez esta serie se adapte más a lo que buscas.
¿De qué va 'La maldición de Bly Manor'?
La historia está ambientada en Inglaterra en la década de los 80 y sigue a una joven institutriz llamada Dani Clayton, interpretada por Victoria Pedretti, que acepta un trabajo para cuidar a un par de niños huérfanos en la mansión familiar, Bly Manor.
Mientras cuida de Miles y Flora Wingrave; Benjamin Evan Ainsworth y Amelie Bea Smith respectivamente; Dani descubre que la casa está plagada de apariciones, secretos del pasado, una fuerte pérdida y fantasmas que se manifiestan en la mansión.
Netflix
Aunque con esta premisa parece una serie más de espíritus, a lo largo de sus nueve capítulos La maldición de Bly Manor se encarga de abordar; junto con la muerte; temas tan poderosos como el duelo, el amor, la pertenencia y el peso de los recuerdos.
Una historia de fantasmas que te rompe el corazón
La serie es un vaivén entre contar el horror de una casa embrujada y una reflexión sobre los fantasmas internos que tienen un peso emocional fuerte en aquellos que siguen vivos.
Netflix
El amor y el duelo son el motor de la narrativa; se centra en la pérdida y los corazones heridos de aquellas personas que se quedaron con la ilusión de lo no vivido. Por eso, sus personajes no sólo se dedican a huir de las apariciones, sino que están atrapados en sus propios sentimientos sin resolver demostrando que los fantasmas están tanto fuera como dentro de cada uno.
Al final de La maldición de Bly Manor terminarás el viaje con algunos sustos cortesía de los no vivos, varias lágrimas en los ojos y una emotiva reflexión. Si eres de los que disfrutan una historia de terror con profundidad, esta es sin duda una serie que vale la pena ver.